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25 abril, 2024
PROVINCIA

Vidal, el Decreto 4.656 y la Revolución Libertadora

Por Alfredo Silletta. El presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal están decididos a hacer desaparecer el “populismo” (se cuidan de usar la palabra peronismo, pero es lo que piensan) de la Argentina. Lo dijo ayer en el Hotel Sheraton Time Square de Estados Unidos: “Argentina sufrió décadas de populismos y las cosas empeoraron mucho durante los últimos diez años. Íbamos directo a otra gran crisis como la de 2001”.

El presidente tiene claro el futuro para el país, de allí que un diario oficialista como Infobae contó que la semana pasada dijo que “el año que viene nos empernamos a todos” pero para hacerlo tienen que ganar las elecciones legislativas, especialmente en la provincia de Buenos Aires y destruir el populismo que tanto le molesta.

Tanto Macri como Vidal están obsesionados con La Matanza, un territorio donde siempre gana el peronismo y tiene a una jefa comunal como Verónica Magario, que los desafía todos los días, recordándoles que no hacen nada para los más humildes.

La obsesión los llevó a querer dividir La Matanza, como lo hizo la Revolución Libertadora con la ciudad de La Plata en 1956.

En aquellos días, el gobierno de facto del general Pedro Eugenio Aramburu estaba preocupado por la ciudad de La Plata, capital de la provincia, donde siempre ganaba el peronismo. No sólo eso, en 1952 pasó a llamarse ciudad Eva Perón. Además, como si fuera poco, el levantamiento del General Valle en 1956 tuvo uno de los epicentros en el Regimiento 7 de La Plata.

Después de los fusilamientos, Aramburu le ordenó al general Emilio Bonnecarreré, interventor en territorio bonaerense, que dividiera la ciudad de La Plata. La idea era sacarles a los platenses los votos obreros de Ensenada y Berisso que siempre inclinaban las elecciones.

El 3 de abril de 1957 por Decreto Ley 4656 se crearon los partidos de Ensenada y Berisso. La división dio por resultado que el peronismo tardara casi dos décadas para volver a recuperar la ciudad. Lo hizo en 1973 con Rubén Cartier, quien dos años después sería asesinado.

En La Matanza están habilitados para votar más de un millón de matanceros, es decir el distrito concentra el 8,7% de la masa electoral distribuida en los 135 municipios. El distrito supera a provincias como Mendoza o Tucumán.  El macrismo nunca pudo hacer pie en ese territorio. Hay encuestas donde Macri tiene sólo un 15% de apoyo y Vidal apenas araña un 25%. Y en encuestas cercanas al gobierno, como la de Poliarquía, le dan a Cristina más de 54% de imagen positiva contra un 28% de Macri.

De allí que hay obsesión en dividirla. El proyecto es crear cuatro municipios: Los Tapiales (Lomas del Mirador, La Tablada, Ciudad Evita, Aldo Bonzi y Villa Madero); Gregorio de Laferrere (Isidro Casanova, Rafael Castillo y Laferrere); Juan Manuel de Rosas (González Catán, Virrey del Pino y 20 de Junio) y La Matanza (San Justo, Ramos Mejía y Villa Luzuriaga).

La intendenta Magario fue clara: “Si se concretara la división en cuatro, hay zonas que quedarían quebradas; hoy dividirla es inviable económicamente, están tomando la división como un botín de guerra”. Luego alertó: “La Matanza de esta manera como la proponen, quedaría dividida entre ricos y pobres, lo cual es una locura. No queremos que La Matanza sea dividida y menos con esta propuesta loca”.

Más allá de no querer dividirla, la intendenta le apunta a Cambiemos y le recuerda que “la gente de los barrios pide que vuelva Cristina”. Y agrega: “Muchos argentinos seguimos creyendo que los mejores años -después de Evita y Perón- fueron los que nos dieron Néstor y Cristina y eso no lo cambia nadie en el corazón del pueblo.”

Macri y Vidal piensan lo contrario.

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