Enterate cómo será el armado del peronismo bonaerense de cara a las elecciones

Por Alfredo Silletta. Mientras observamos que el presidente Mauricio Macri empieza a trasladarse con un pequeño ejército al conurbano bonaerense, por temor a algún escrache de los vecinos –como se vio ayer en Morón-, en todas las encuestas la imagen del presidente baja mes a mes. Como ejemplo, en el territorio de La Matanza han circulado encuestas donde el presidente sólo tiene un 9% de adhesión.

El peronismo bonaerense olfatea y además lo palpita en la calle que puede ganar ampliamente las elecciones en la provincia de Buenos Aires, lo que será una plataforma clara para las elecciones de 2019.

Hoy por hoy, hay tres niveles que se están moviendo dentro del peronismo, pensando en el cierre de listas del próximo 24 de junio. El primer nivel se llama Cristina Fernández de Kirchner. En todas las encuestas, tanto del oficialismo como de la oposición está rondando los 40 puntos, y creciendo mes a mes.  Ahora bien, la pregunta del millón es si ella quiere ser candidata en las próximas elecciones. Nadie lo sabe. Lo que está claro es que si ella se presenta no habrá internas porque nadie querrá perder 8 a 2 con el riesgo de desaparecer de la política.

Atrás de la ex presidenta se ha formado un tridente muy poderoso, sea o no ella candidata. Por un lado, está Daniel Scioli, que sigue muy alto en las encuestas, donde en los últimos días recorrió 19 municipios; luego están Fernando Espinoza y Verónica Magario de la poderosa Matanza y el tercer tridente es Martín Insaurralde, jefe comunal de Lomas de Zamora. A estas tres patas se le suman los intendentes del Grupo Fénix –Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Ariel Sujarchuk (Escobar), Gustavo Menéndez (Merlo), Walter Festa (Moreno), Juani Ustarroz (Mercedes), Ricardo Curutchet (Marcos Paz) y Patricio Mussi (Berazategui), entre otros-, y los intendentes más kirchneristas como Jorge Ferraresi (Avellaneda), Francisco “Paco” Durañona (San Antonio de Areco), Mario Secco (Ensenada) y Pablo Zurro (Pehuajo).

A este sector se le sumó además de Martín Insaurralde, los intendentes del Grupo Esmeralda Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Fernando Gray (Esteban Echeverría). Muchos se preguntarán cuando se produjo la reconciliación de la ex presidenta con Insaurralde. La respuesta es simple: Cristina tiene claro que hay que sumar a todos los compañeros en esta cruzada contra el neoliberalismo. Una anécdota de estos días se produjo en la Capital Federal cuando un par de dirigentes la consultaron sobre la posibilidad de sumar a Alberto Fernández, ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina que estaba enfrentado a la ex mandataria. Cristina no dudo en afirmar que lo sumen. Lo mismo está sucediendo en reuniones con dirigentes sindicales que durante su gobierno estuvieron enfrentados.

Frente a este poderosísimo armado, un sector del Grupo Esmeralda encabezados por Gabriel Katopodis (San Martín) y Juan Zabaleta (Hurlingham) más algunos intendentes del interior como Eduardo “Bali” Bucca (Bolívar) y German Lago (Alberti), el Movimiento Evita, Julián Domínguez y en los últimos tiempos se sumó el sector de Oscar Romero (Smata) y Diego Bossio, que coquetea entre Randazzo o Massa. En las últimas horas ese sector hizo un encuentro en la localidad de Zarate donde volvieron a plantear que hay que realizar PASO.

Un dato interesante es que los intendentes que integren un sector podrán armar su lista de concejales y tener peso en la lista de legisladores provinciales. Eso implica, por ejemplo que al sector que tiene menos intendentes se le hará muy cuesta arriba armar listas para enfrentar a los jefes comunales que tienen un fuerte armado territorial.

Por ahora, ni Cristina, ni Scioli, ni Randazzo han dicho que serán candidatos. Más allá de esos nombres, intendentes como Verónica Magario y Martín Insaurralde comienzan a tener más vuelo para estar en las listas.