Con falsedades varias y haciendo gala de su habitual misoginia, anoche el presidente Mauricio Macri se despachó a gusto durante una entrevista con el animador Santiago del Moro, en “Intratables”, donde quedaron de manifiesto los indisimulables nervios del gobierno ante un triunfo de Cristina el próximo domingo en la provincia.
“Cristina tiene un problema psicológico, porque debe creer que todavía tiene el mando de la Argentina”, dijo Macri. Al decir eso, tal vez se olvidó que es precisamente desde Cambiemos y los medios hegemónicos donde la ex presidenta aparece de manera constante, contribuyendo así a mantener su figura en un primer plano.
Acerca de los idas y vueltas en torno al traspaso del mando en 2015, la acusó de que “ella claramente no tenía en su cabeza entregar el mando”.
Sin sonrojarse y, desde ya, sin recibir ninguna consideración por parte de “entrevistador”, el presidente aseguró que “está creciendo el empleo”, aunque sin aclarar a qué país estaba refiriendo.
En esa misma línea, aseguró: “No vengo a perpetuar en la pobreza a la gente”, y que vino “a liberar a ese argentino que quiere salir de ese estado, que quiere salir de la pobreza con su propio aporte y esfuerzo”.
Y hasta llegó a afirmar que su administración lejos está de ampliar la famosa ‘grieta’, algo que abonan permanentemente desde los despachos oficiales. “Si algo me ha criticado el círculo rojo, es porqué no castigué más al gobierno anterior”.
Sobre la gobernadora María Eugenia Vidal lanzó todos los elogios, y hasta le abrió las puertas para señalarla como su sucesora, al decir que “tiene las condiciones para hacer lo que quiera”.
Sin embargo, dejó entrever su intención de apostar por un segundo mandato presidencial: “Yo tengo un compromiso con los argentinos con el tiempo que me demande y que permita la Constitución, pero me parece que hace falta tiempo para eso”.
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