Una Vidal aterrada le ruega a Macri que acelere el nombramiento en el Juzgado Electoral para impedir la llegada de Ramos Padilla y la investigación por los ‘aportantes truchos’

La gobernadora ya ni piensa en las elecciones del 27 de octubre donde sabe que perderá por paliza frente a Axel Kicillof, el candidato del Frente de Todos, por ahora solo piensa en cubrirse las espaldas ante la ley. Como hemos señalado en notas anteriores, la gobernadora le ordenó a Julio Conte Grand que se atornille en la silla de Procurador para frenar todas las investigaciones contra ella y sus funcionarios.

Paralelamente empezó a presionar al presidente Mauricio Macri para que nombre el juez en el Juzgado Electoral Nº1 de La Plata. Como se recordará en el proceso de selección en el Consejo de la Magistratura, Alejo Ramos Padilla quedó en primer lugar para ocupar el lugar. Segundo se ubicó Jorge Di Lorenzo, secretario letrado el Juzgado Federal número 3 de La Plata, y tercero Laureano Durán. Macri, en un principio intentó nombrar a Duran con el único objetivo de obturar la llegada de Ramos Padilla a ese lugar, ya que presidente tiene la facultad de elegir al candidato entre los tres primeros del concurso y luego es el Senado quien decide si le da su aval o no.

Hace dos meses, Macri había enviado el pliego al Senado pero después de la dura derrota electoral el gobierno cambio de idea y analiza retirarlo para enviar a Ramos Padilla y así sacarle la causa sensible de la red de espionaje ilegal que conducía Marcelo D’Alessio y que integraban funcionarios del gobierno, agentes de la AFI, jueces, fiscales y periodistas para inventar causas truchas contra la ex presidenta y extorsionaban a empresarios.

La gobernadora estaba convencida  que con la redacción del artículo de la nueva Ley Nacional de Financiamiento de los partidos políticos donde las irregularidades cometidas son tratadas solo en la justicia electoral. El artículo en cuestión dice que sí se advirtiera la existencia de un ilícito penal, deberá ser analizado primero por la justicia electoral y recién terminado el proceso podrá actuar la justicia penal. Y ya sabemos que las penas de la justicia electoral son menores que las penales.

Vidal estaba tranquila porque la causa de los aportantes truchos estaba en el juzgado electoral que hoy comanda Adolfo Ziulu, un juez amigo que antes de las PASO impidió a la lista de Espert presentar candidato a gobernador ni legisladores en la provincia de Buenos Aires. Ahora está aterrada por el temor que llegue el juez Ramos Padilla, quien la investigaría y podría condenarla y elevar la causa a la Justicia Penal.

“Las elecciones ya fueron”, dicen en la Gobernación, ahora es el momento de cubrirse las espaldas hasta que dentro de dos años puedan ingresar en alguna lista al Congreso y asegurarse los fueros.