En el episodio 10 de La Patria Sublevada nos habíamos referido al exilio de Perón durante sus primeros años por la América Latina. Primero Paraguay, luego Nicaragua, Panamá, Venezuela y Republica Dominicana, hasta que finalmente pudo instalarse en España. Había sufrido atentados contra su vida y organizaba desde el exilio la resistencia a la dictadura militar.
Llegado a España, Francisco Franco lo envía a Torremolinos y pasado un tiempo le permite alquilar un piso en Madrid, en la calle Arce Nº 11. Su vida en Madrid seguirá siendo simple y sencilla. Se levanta a las seis de la mañana; lee los diarios durante el desayuno y sale a caminar un rato, frecuentemente con sus perros caniches. Una hora después regresa y se dedica el resto de la mañana a escribir, a mantener al día su correspondencia y a atender los asuntos más urgentes relacionados a la política. El almuerzo casi siempre es frugal. Luego duerme su siesta y por la tarde recibe las visitas de los dirigentes que viajan desde Argentina para mantenerlo al tanto de las novedades del país.