Por Alfredo Silletta. Los medios hegemónicos o quizás ya tendríamos que llamarlos “los medios macristas” trabajan para dividir al peronismo de la provincia de Buenos Aires porque todas las encuestas, las oficiales y las más neutrales, reconocen que los bonaerenses votarán al peronismo que, hoy por hoy, mide entre 38 y 43 puntos.
En las últimas horas, los medios comenzaron a señalar que el sector que responde a Florencio Randazzo comenzará a juntar avales porque el PJ no le permitirá participar de las PASO. Otra mentira más. En diciembre, Fernando Espinoza en el encuentro realizado en La Matanza, decidió ampliar el número de apoderados para que todos los sectores estuvieran presentes: A Jorge Landau y Eduardo “Wado” de Pedro, se le sumaron por la primera sección electoral los intendentes Gabriel Katopodis y Ariel Sujarchuk; por la tercera, el intendente Patricio Mussi y Fernando “Chino” Navarro y, en representación del interior, los intendentes Francisco “Paco” Durañona y Hugo Corbatta. Finalmente, se incorporó por el sindicalismo a Pedro Borgini, titular de ATSA. De allí que el randazzismo con Katopodis, el Chino Navarro, Corbatta y Borgini tienen lapicera propia para participar.
Todo el peronismo está en ebullición. La provincia de Buenos Aires es la más golpeada por las políticas de ajuste y hambre que llevan adelante el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal. Hoy todos los sectores y eso altera a Cambiemos, tienen claro que el enemigo está afuera y no dentro del peronismo, de allí que habrá día tras día operetas para intentar que el peronismo vaya dividido o inventar que la ex presidenta no permitirá “internas”.
Ayer hubo un almuerzo entre Daniel Scioli y Martín Insaurralde en el municipio de Lomas de Zamora donde coincidieron en armar la mejor lista con las mejores propuestas buscando la unidad, pero sin negar las PASO para aquellos compañeros que las quieran utilizar. Anoche el alcalde de Lomas de Zamora no estuvo en un acto con Ferraresi y Scioli en Lanús porque fue internado de urgencia su padre. Por su parte, ayer hubo otra reunión en las oficinas de Randazzo en el Palacio Raggio.
Más allá que la ex presidenta participe o no de una lista –no se sabrá hasta horas antes del 24 de junio- se trabaja en una propuesta clara para ganar las elecciones y frenar el segundo ajuste que se producirá en octubre si gana Cambiemos: más aumento de tarifas, de transporte, mayor apertura a las importaciones, privatización de Aerolíneas y otras empresas del Estado. Parece apocalíptico, pero Luis Caputo, ministro de Hacienda, afirmó en Wall Street que en octubre se viene el segundo ajuste para cerrar las cuentas del déficit.
Hoy se han formado dos polos en el peronismo bonaerense, uno mayor y otro más pequeño. El primero, cercano a la ex presidenta lo compone el kirchnerismo (desde intendentes como Jorge Ferraresi, Mario Secco, Pablo Zurro, Francisco “Paco” Durañona hasta agrupaciones como La Cámpora o Nuevo Encuentro); luego La Matanza con la intendenta Verónica Magario y Fernando Espinoza; el socialismo con Daniel Scioli que en el último un mes recorrió 36 municipios; Martín Insaurralde acompañado por Mariano Cascallares, Fernando Gray y Juan Pablo de Jesús del Grupo Esmeralda; el Grupo Fénix con intendentes como Leonardo Nardini, Ariel Sujarchuk, Gustavo Menéndez, Walter Festa, Juani Ustarroz, Ricardo Curutchet y Patricio Mussi, entre otros.
En la vereda de enfrente está Florencio Randazzo, Julián Domínguez, el Movimiento Evita e intendentes como Gabriel Katopodis, Juan Zabaleta, Eduardo “Bali” Bucca y Oscar Romero del sector de Diego Bossio.
De acá hasta el 24 de junio, el gobierno de Macri, los medios hegemónicos, el partido judicial acosando a Cristina o al sciolismo, intentaran que se rompa la unidad del peronismo para que no gane en octubre. Por ahora los principales referentes de ambos sectores afirman que la disputa, en el caso que haya está adentro del peronismo y no afuera para hacerle el juego a Cambiemos y el establishment económico. Nadie quiere seguir los pasos de Sergio Massa que terminó aliándose con Margarita Stolbizer, una dirigente profundamente gorila que desprecia al peronismo y a los sindicatos.
1 comentario