Por Alfredo Silletta. La campaña electoral de Unidad Ciudadana continuará por los carriles esperados: algunas apariciones muy selectivas de Cristina Kirchner y los candidatos recorriendo la provincia para escuchar a la gente que sufrió en este último año y medio el ajuste del macrismo. “Queremos que la gente hable, que cuente sus problemas, el drama de los despidos, de las suspensiones, de los brutales aumentos de tarifas y alimentos, ellos son los protagonistas”, dicen en el equipo de campaña de la ex presidenta.
Quienes si están en problemas es el oficialismo. Estaban convencidos que Cristina no sería candidata y que en caso que lo fuera llegaría desgastada por tanta denuncia mediática judicial. Hoy es la candidata que más mide y tiene un núcleo duro que la apoya que supera el 30 por ciento del electorado bonaerense, superando los 40 en el conurbano.
La ex presidenta representa hoy el voto de la oposición a la política neoliberal, llegando al 75% de los que están disconformes con Macri y un 92% de los votantes que desaprueban la gestión de Cambiemos. De allí que Unidad Ciudadana buscará lo que se llama el “voto útil”.
En el voto a Cristina la mayor preocupación es el desempleo y luego viene la inseguridad para quedar en un tercer lejano lugar el tema de la corrupción.
El voto más flojo de Unidad Ciudadana es del de la gente mayor que todavía tiene esperanzas en el presidente Macri, pero hoy todavía ese voto se divide con Sergio Massa, un candidato respetado por los abuelos.
El gobierno continuará con las estrategias conocidas: una denuncia por día contra la ex presidenta o contra funcionarios del gobierno anterior, más un intento de desgastar a los jefes comunales del gran Buenos Aires, especialmente los de la tercera sección electoral. Fueron por Verónica Magario, luego por Martín Insaurralde y en las últimas horas por Patricio Mussi.
La segunda estrategia oficial es intentar esmerilar el voto de Sergio Massa para crecer ellos. Desde hace días vienen castigando al tigrense como un personaje “poco serio”. El presidente Macri en todas las reuniones se refiere a Massa como “ventajita”. El dirigente de 1País ya percibió que vienen por sus votos y en las últimas semanas dejo sus ataques a la ex mandataria para concentrarse en Macri, a quien lo culpa de “insensible” y de “gobernar para los ricos”.
Luego de la represión en PepsiCo, donde la sociedad percibió que el gobierno prefería estar con la patronal y no con los trabajadores, han decidido no hablar más de reforma laboral o aumentos de tarifas hasta después de octubre.
Paralelamente, el gobierno decidió ofrecer créditos, con tasa de interés, a todos los destinatarios que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) y también para quienes son beneficiarios de pensiones nacionales tales como la Pensión Universal al Adulto Mayor y la pensión por invalidez. “Paliemos el hambre por unos meses, después lo cortamos porque nadie podrá pagar los prestamos”, dicen socarronamente en el ministerio de Hacienda.
Hay tranquilidad en Unidad Ciudadana y nervios en Cambiemos.