La mala performance de Florencio Randazzo en las PASO dejó muy complicados a los intendentes que se la jugaron por el ex ministro y a la luz de los resultados, no quieren tirar su capital político local y complicarse en los Concejos Deliberantes en octubre. Por eso, ya empiezan a pedirle que se baje de la carrera electoral. Por el contrario, desde Cambiemos ya están operando para que mantenga su postulación y sus votos no migren hacia Unidad Ciudadana.
El intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, es uno de los primeros que ya comenzó a jugar en contra de Randazzo. Y de hecho, fue el promotor de la visita que un grupo de referentes de Unidad Ciudadana hizo a Salto, con el objetivo de arrimar al intendente Ricardo Alessandro, que va como precandidato a diputado nacional de Cumplir.
“Randazzo nos ha firmado el certificado de defunción”, dijo Alessandro en declaraciones radiales previas a ese encuentro y habló de la “mala experiencia” de competir en el espacio del ex ministro adelantando así que dejará Cumplir. El jefe comunal evalúa por estas horas con quién cierra si con Unidad Ciudadana o con Sergio Massa, que también quiere convencerlo.
Lo curioso es que un rato antes de que iniciara la cumbre en Salto, Randazzo se juntaba con sus dirigentes en sus oficinas, en una reunión a la que no fueron ni el intendente de Hurlingham ni su par de San Martín, Gabriel Katopodis, que tampoco estuvo en Salto pero también da indicios de estar alejándose del ex ministro.
Por el contrario, desde Cambiemos buscan apuntalar a los intendentes que jugaron con Randazzo. Emilio Monzó, quien trabajó con Randazzo cuando ambos eran ministros de Felipe Solá, y el jefe de Gabinete, Federico Salvai, le prometieron todo tipo de recursos para mantener sus votos.
Financiamiento y obras son algunas de las promesas que los intendentes Zabaleta, Eduardo Bali Bucca (Bolívar) y Gabriel Katopodis recibieron por parte del gobierno para seguir sosteniendo su pertenencia a Cumplir y perjudicar así a Unidad Ciudadana.