Por Alfredo Silletta. El presidente Mauricio Macri se cansó de que la gobernadora María Eugenia Vidal quiera decidir sola el futuro de la Provincia de Buenos Aires y ya resolvió quiénes serán los candidatos en las legislativas de 2017. El fin de semana acordó con Elisa Carrió, en un encuentro en la residencia de Olivos, que encabece la lista de senadores.
Macri propone de buena manera sus ideas, pero no acepta que nadie le cuestione su liderazgo. Ya le sucedió a Gabriela Michetti el año pasado que lo enfrentó para ser jefa de Gobierno en Capital Federal y el presidente le puso todo el aparato encima para que gane Horacio Rodríguez Larreta. Vidal empieza a sufrir el mismo tratamiento.
El enojo del presidente. Hace un par de semanas, Macri le pidió a su jefe de Gabinete, Marcos Peña, que organizara un almuerzo para limar asperezas entre la gobernadora y Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados y principal armador en territorio bonaerense. El presidente sabe que Vidal mide muy bien en la gente pero no maneja las roscas como lo hace Monzó y sólo con gestión no se gana una elección como la bonaerense, que decidirá el futuro de una reelección presidencial en 2019.
A María Eugenia Vidal le está sucediendo lo mismo que a Gabriela Michetti
Contaron algunas fuentes que en la reunión se sacaron los trapitos al sol, pero finalmente acordaron que trabajarán juntos. Monzó le recriminó que luego de su triunfo “expulsó” a todos sus aliados del territorio bonaerense y la dama le facturó otros temas de la campaña, como cuando Monzó trabajó para llegar a un acuerdo con Sergio Massa y bajarla a Vidal.
La dama se fue molesta de la reunión porque desde Nación no quedó claro que ella es la “jefa” en Buenos Aires y comenzó a alentar a Jorge Macri, el intendente de Vicente López, para que sea su candidato a senador. Lo visitó varias veces en su distrito y le pidió a su operador político, el diputado Manuel Mosca, que lo empiece a fogonear por el interior de la provincia.
La semana anterior, Macri y Mosca recorrieron juntos varios municipios de la Cuarta sección electoral para sumar adhesiones, especialmente de los intendentes de Cambiemos, lejos del peronismo.
Vidal y Monzó no se pueden ver las caras
Por su parte, Monzó, que considera fundamental cerrar con jefes del peronismo y del massismo, se reunió a cenar con los intendentes Gabriel Katopodis y Martín Insaurralde y luego viajó hacia la Sexta sección electoral para conversar con media docena de jefes comunales. Estuvieron Néstor Álvarez (Guaminí); Alejandro Acerbo (Daireaux); Hugo Corvatta (Saavedra); Marcelo Santillán (Gonzales Cháves) y Roberto Álvarez (Tres Lomas), entre otros.
Monzó viene señalando que hay que trabajar mucho para ganar en la provincia, si el peronismo va unido, y que no hay que descartar a Sergio Massa. En ese acercamiento con intendentes del peronismo, el presidente de la Cámara va acompañado por Rogelio Frigerio y su maletín lleno de futuras obras.
El presidente, molesto porque siguen los enfrentamientos entre Vidal y Monzó, decidió jugar fuerte y el pasado viernes recibió a Lilita Carrió en la residencia de Olivos. Allí acordaron que la candidata a senadora sea la dirigente de la Coalición Cívica y después se verá quién encabeza la lista de Diputados.
Con Carrió de candidata se dinamitan todos los puentes de un posible acuerdo el próximo año con Massa, ya que para la legisladora no hay que acordar con ningún peronista.
Lilita Carrió candidata a senadora en 2017
El radicalismo por ahora lo mira por afuera. No hay figuras en el gabinete provincial y seguramente ningún radical encabezaría la lista de diputados. El nombre más conocido es Ricardo Alfonsín, que renueva, pero está lejos del pensamiento de Cambiemos. La única opción para que el PRO acepte a un radical es que sea el ex senador Ernesto Sanz, que tiene domicilio en provincia.
El presidente, como lo hizo el año pasado con Michetti, le mojó la oreja a Vidal.