“Cuestionamos la incoherencia de algunos legisladores que apoyaron esta medida. No sólo por haber pertenecido muchos de ellos -en lugares protagónicos- a un gobierno que durante 12 años incluyó trabajadores y jubilados, a quienes además les incrementó el ingreso en más de un 1000% de manera progresiva, sino por no renunciar a principios que dan sustento a todo su bagaje doctrinario y a su pertenencia política,”afirmó el intendente de San Antonio de Areco, Francisco “Paco” Durañona, contra la aprobación de la Reforma Jubilatoria aprobada en las ultimas horas en el Congreso de la Nación.
Durañona, quien es además presidente del Partido Justicialista de San Antonio de Areco, recordó la “preocupación algunos intendentes y referentes políticos del peronismos -por ejemplo, en oportunidad de ratificar el Pacto de Padua en San Antonio de Areco o en el encuentro realizado por el Gobernador Gildo Insfrán en su provincia de Formosa-, en el día de ayer el Senado de la Nación finalmente aprobó la ley referente al denominado “Programa Nacional de Reparación Histórica para Jubilados y Pensionados”.
El intendente afirmó en el extenso documento que ”un sistema de tipo solidario, amparado por diversas normas internacionales, fue lo que permitió incorporar a más de 2.500.000 adultos mayores que habían quedado marginados, excluidos, descartados del sistema. Esa exclusión no fue por responsabilidad de los afectados, como parece deducirse del proyecto que envía el Poder Ejecutivo al devaluar el estatus del derecho jubilatorio y crear una pensión universal mínima. Fue por las políticas que llevaron a la Argentina a inusitadas tasas de desempleo, informalidad o precarización laboral. Los adultos mayores que “no cumplen los requisitos”, por no tener los aportes suficientes, no merecen ser cercenados en su derecho jubilatorio por el hecho de haber sido víctimas de un sistema basado en la cultura del descarte”. Luego afirman que “el gobierno nacional elimina a través de este proyecto -que increíblemente fue apoyado por algunos peronistas- el componente más esencialmente humanista que habíamos incorporado con esfuerzo, que es el de la solidaridad inter e intra generacional. De esta forma se había logrado alcanzar una tasa de cobertura previsional que llegó al 98%. Según todos los analistas, la más alta de Latinoamérica”.
Durañona dice que lo que se presenta como una reparación, es en verdad una promesa que no sólo no está garantizada en cuanto a su cumplimiento, sino que pone en riesgo a los trabajadores actuales y futuros jubilados. “Dejar en manos de esos intereses una emergencia previsional por tres años (prorrogable por tres años más), vender las acciones del Estado en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, devaluar el derecho jubilatorio para convertirlo en una dádiva circunstancial y mínima, es coherente con quienes ahora disimulan con supuestos “sinceramientos” el llamado a blanquear los dólares fugados y ocultos en paraísos fiscales, a través de complejas figuras offshore. Es por eso que el oficialismo se negó a incorporar en el “sinceramiento” a los parientes de los funcionarios, muchos de los cuales ya están comprometidos en los mundialmente famosos Panamá Papers o el caso del HSBC de Suiza”, afirma.
Finalmente, Durañona afirma que “desde el PJ de San Antonio de Areco creemos que lo que se ha votado propicia un verdadero quiebre del sistema previsional, de la mano -por si fuera poco- de un blanqueo que paradójicamente tuvo en muchos casos origen en fugas de divisas ocurridas durante anteriores procesos de vaciamiento, motorizados por las mismas políticas que hicieron crisis a partir de la implosión del sistema previsional durante los años 80 y 90 en la Argentina.