Por Alfredo Silletta. “Algunos muchachos del Grupo Esmeralda se la pasaron años criticando los manejos sectarios de La Cámpora y ahora actúan igual o peor. Se creen los dueños de la verdad, deciden quien es puro y quien no lo es. Creen que inventaron el peronismo pero me parece que no aprendieron nada de la historia”, dice un histórico dirigente del peronismo de la provincia de Buenos Aires. Y agrega: “Decían que Cristina era el pasado pero salió a caminar y no saben que hacer”.
Sin ser tan determinante un joven intendente del conurbano, de buen diálogo con el grupo, afirma que “no todos piensan igual en el llamado Grupo Esmeralda, algunos miran con simpatía a Sergio Massa pero otros, especialmente los que estuvieron alguna vez en el Frente Renovador, ni locos quieren volver ahí, prefieren a Florencio Randazzo o buscar consenso en una lista de unidad”.
Las próximas elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires resolverán el futuro del gobierno de Mauricio Macri. Pueden perder en Córdoba, Mendoza o Santa Fe pero todos miraran al territorio bonaerense. Desde el gobierno nacional apuestan a ganar o por lo menos dividir el territorio en tres mitades: una parte Cambiemos, otra el PJ y la tercera Sergio Massa, cosa que si pierden lo hagan por poco.
Más allá de lo que piensa Cambiemos, en el peronismo bonaerense trabajan para mantener la unidad y no hablar de candidaturas hasta marzo del próximo año. Hoy el peronismo se divide en tres partes: El llamado Grupo Esmeralda, con Martín Insaurralde y Gabriel Katopodis a la cabeza, pero acompañado por Juan Zabaleta, Mariano Cascallares, Fernando Gray, Eduardo “Bali” Bucca, Francisco Echarren, y Juan Pablo de Jesús, entre otros.
Un segundo grupo que comanda el presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza y la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, con un Daniel Scioli cerca de éste espacio e intendentes del interior.
Hay un tercer grupo vinculado al kirchnerismo que lo comandan Jorge Ferraresi, Patricio Mussi, Francisco “Paco” Durañona, Mario Secco, Walter Festa y Hernán Ralinqueo, entre otros.
Luego, en una posición más neutral, están los intendentes más históricos como Julio Pereyra y Alberto Descalzo y el Movimiento Evita, que no tiene intendentes pero si territorialidad, que también brega por la unidad de todos los sectores. Por último algunos intendentes jóvenes miran y comparten distintos actos pero mantienen la independencia como Leonardo Nardini y Gustavo Menéndez.
Hace un mes el Grupo Esmeralda decidió armar su propio espacio y buscar referentes en las distintas secciones electorales. Comenzó en la 8ª y el 5ª sección electoral pero no convocaron al conjunto sino a los amigos.
Los intendentes del Grupo Esmeralda estaban convencido que Cristina Kirchner no saldría de El Calafate pero ahora están sorprendidos por la intensa actividad de las últimas semanas y la foto con Daniel Scioli, hombre de la provincia de Buenos Aires que, aunque algunos jefes comunales lo ninguneen, obtuvo el 49% de los votos.
En el último mes varios encuestadores decidieron medir a Cristina en la provincia de Buenos Aires. La sorpresa fue que mide entre 32 y 37 por ciento en la provincia de Buenos Aires y más allá que tiene una imagen negativa alta, la situación económica del macrismo hace que mejore su performance. Ningún hoy mide bien en ninguna encuesta, la mayoría no son conocidos fuera de su territorio. Por ahora la ex presidenta no dijo si jugará el próximo año, pero la La foto de ayer entre Cristina y Scioli es sugestiva.
Más allá de los nombres que se resolverán el próximo año, los intendentes de todos los sectores del peronismo están preocupadísimos por la situación de los más humildes que día a día llegan a los comedores populares o parroquiales a pedir un plato de comida. Nadie quiere que el conurbano estalle y de allí que los jefes comunales sacan partidas del presupuesto para contener el aumento de la pobreza.
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Muchachos las listas del año que viene la manejan los sindicatos Ahí esta la caja Lo demás es chachara