El diputado nacional y líder del Frente Renovador medita por estas horas no presentarse a las elecciones legislativas del próximo año y preservarse como candidato presidencial para 2019.
En las últimas horas anunció en un programa de televisión que “ve muy lejos” su candidatura para el próximo año y que prefiere trabajar para el año 2019 en la construcción de una fuerza política federal que “termine con los fanáticos del mercado”, junto a José Manuel De la Sota y Roberto Lavagna.
En realidad, algunos legisladores e intendentes que dialogan con el tigrense cuentan que le preocupa la posible candidatura de Cristina Fernández de Kirchner que polarizaría con Cambiemos y lo dejaría afuera de su postura de transitar por una “amplia avenida del medio”. Lo que no dice públicamente es que si sale tercero se le frustrarían para siempre sus sueños de ser presidente de los argentinos. Nadie votaría en 2019 a quien perdió las elecciones dos años antes.
Hasta hace seis meses, Massa estaba confiado conque los intendentes del peronismo bonaerense, luego de la derrota electoral del año pasado, irían en caravana a golpearle la puerta pero por ahora no sucedió. Todo lo contrario, se le fue su principal operador, el intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, que será ministro de Maria Eugenia Vidal.
La otra preocupación de Massa para encabezar la lista de legisladores fue enterarse que la gobernadora ya avisó que en la provincia de Buenos Aires no habrá boleta electrónica. Vidal sabe que Massa mide bien en las encuestas, cosa que los candidatos de Cambiemos hoy por hoy no. Si hubiera boleta electrónica algunos intendentes llegarían a un acuerdo con el líder renovador para benefiarse en sus distritos con la imagen del líder renovador.
La jugada de Massa por estas horas, aunque en política todo cambia con el tiempo, sería armar una lista con dos mujeres. Por un lado, Margarita Stolbizer senadora y su mujer, Malena Galmarini como diputada, con lo cual aparecería su apellido en lo alto de la boleta. Por ahora, Stolbizer no respondió a la oferta y dialoga con Vidal, aunque sabe que será muy difícil ir como candidata a senadora si Elisa Carrió pretende ese lugar.
No todo es tan negro para Massa. Hay un grupo de intendentes del peronismo que no quieren a Cristina como candidata a senadora por la provincia, ya que consideran que divide, aunque le reconocen que las encuestas le dan 30 puntos de intención de voto, pero también con una imagen negativa alta. Estos intendentes están dialogando con Massa y podrían sumarse a su frente electoral, aunque algunos sienten urticaria pensando que en la boleta estaría Stolbizer, una dirigente muy antiperonista.
Por otro lado, varios dirigentes del peronismo nacional quieren acercarlo nuevamente al PJ, pero Massa se resiste; en parte porque De la Sota ya le dijo que no aceptaría nada que lo acerque al kirchnerismo, por lo cual, de suceder, dejaría el acuerdo con el tigrense.
Massa por ahora medita su futuro, mientras tanto endurecerá su posición con el macrismo, que baja mes a mes en las encuestas por sus políticas neoliberales.