Desesperados: Cambiemos y la estrategia para Buenos Aires

Por Alfredo Silletta. Al gobierno del presidente Mauricio Macri ya no le interesa la alta inflación, los aumentos de transporte, nafta y luz de los próximos días, la baja de salarios, abrir las importaciones, aunque cierren las Pymes, quitarle los remedios al jubilado que gana más de 8 mil pesos, que se inunde la provincia de Santa Fe o se queme la provincia de La Pampa. Nada le interesa. Sólo le preocupa como derrotar al peronismo y especialmente a Cristina Kirchner si es candidata en la provincia de Buenos Aires.

En el día de hoy los llamados medios hegemónicos, la voz del gobierno nacional y del establishment, publican varias notas contando que “Impulsan el ingreso de peronistas a Cambiemos”. Todas las notas están dirigidas en cómo vencer al peronismo que gana en todas las encuestas, incluso reconocen que el peronismo se unificó y que hoy nadie niega que la ex presidenta está primera en las encuestas.

En la desesperación, el diario La Nación publica una encuesta sobre “líderes de opinión” donde titulan “Fuerte aval a Macri de los formadores de opinión y buenas expectativas para 2017”. Allí dicen que el 71% aprueba la gestión y el 73% cree que este año la situación será mejor que en 2016. Quiénes son los líderes de opinión, nadie los conoce, son los empresarios y periodistas amigos de Cambiemos. En realidad, publican esa encuesta porque si miden entre la gente común, clase media, trabajadores los números le dan pésimo a Macri y su política económica de ajuste.

El macrismo intentó meter una dudosa reforma electoral con boleta electrónica que todos los expertos decían que era fraudulenta. Hoy no les queda otra que contar voto por voto en las elecciones. Macri no dudó en entregarle 25 mil millones a la gobernadora María Eugenia Vidal para hacer campaña electoral a través de algunas obras y pedirle además a Rogelio Frigerio que se concentre en obras de infraestructura en la provincia de Buenos Aires para que el presidente pueda inaugurar desde una calle asfaltada a una plaza. No habrá límites en la campaña.

En cambiemos saben que Vidal no es candidata, la dirigente que mejor mide en el espacio, y ya desestimaron la propuesta de Jaime Duran Barba que “el candidato es el proyecto”. El pasado jueves fueron a buscar a Elisa Carrió a su chacra de Exaltación de la Cruz. Saben que es la única dirigente que mide relativamente bien y que puede enfrentar a Cristina con una campaña basada en “denuncias de corrupción”.

Según los medios hegemónicos, el presidente y la gobernadora le harán caso a Emilio Monzó y buscarán dirigentes e intendentes del peronismo para armar un partido paralelo que le quite votos al peronismo unido. Por ahora el resultado es bastante pobre: Eduardo y Chiche Duhalde, Joaquín de la Torre, Mario Ishii, Jesús Cariglino, Alejandro Granados y Aldo Rico. También algunos intendentes del interior dieron el salto como Ismael Passaglia de San Nicolás, Francisco Echarren de Castelli, Hernán Bertellys de Azul, Carlos Berterret de Coronel Pringles y Adrián Sánchez de Exaltación de la Cruz, y se habla por estos días de Walter Torchio de Carlos Casares. Más allá de los pases, son intendentes del interior que suman muy pocos votos en el conteo final.

Todos los días, durante el último año, la ex presidenta es presentada como “ladrona”, líder de una “asociación ilícita” para robar desde el Estado, por “traición a la Patria”, con un embargo 100 veces superior a su patrimonio, persecución a sus hijos y a su marido muerto y tantas cosas más, pero sigue liderando todas las encuestas, especialmente en el conurbano bonaerense con picos cercanos a los 50 puntos de intención de votos. De allí que los sectores más críticos, cercanos al grupo Esmeralda y al propio Florencio Randazzo, ya decidieron que hoy no irán a una interna con Cristina, sólo lo analizarán si la ex mandataria no se presenta.

Durante este año, las denuncias continuarán contra la ex presidenta, también desde hace dos meses hay un ataque feroz contra Daniel Scioli  al que hasta lo acusaron por pedófilo. En fin, habrá nuevas denuncias ante cada dirigente que decida ser parte del peronismo que enfrente a Cambiemos. Esto recién comienza y harán lo posible para sacar de la cancha al peronismo que los enfrente. La historia confirma estos hechos: bombas en plaza de Mayo, fusilamientos en 1956, proscripción y exilio de Juan Domingo Perón durante 17 años, 30 mil desaparecidos en 1976, caballo de troya en el peronismo de los 90, etc. etc.

El peronismo en 1946 no contó ni con la prensa escrita ni con el dinero de los poderosos, pero utilizó la radio -hoy serían las redes sociales- y la creatividad de la militancia. Como Perón dijo en algún momento “la campaña la hicimos con tiza, carbón y el amor de nuestra gente”.