“Bolilla negra” para dos en la unidad del peronismo bonaerense

El peronismo ya olfatea que puede ganar ampliamente las elecciones de la provincia de Buenos Aires. Las políticas de ajuste y hambre del presidente Mauricio Macri hay calado hondo en los sectores más humildes y de clase media, especialmente en el conurbano bonaerense. Todas las encuestas afirman que si Cristina Kirchner es candidata ronda ya los 40 puntos de intención de voto, dejando muy atrás a los candidatos de Cambiemos y el Frente Renovador.

Más allá de que la ex presidenta sea o no candidata –es una decisión de ella- será la principal armadora porque tiene en sus espaldas el peso de los votos y eso ya no lo discute nadie en la provincia. La idea de Cristina es que participen todos los sectores que representan a los intendentes, tanto el Grupo Esmeralda, el Fénix y los jefes comunales del interior. También el sciolismo, el randazzismo, La Cámpora, el Evita, el movimiento obrero y sectores afines al peronismo como Nuevo Encuentro. Todos avanzan alrededor de la figura de la ex presidenta que es la que más mide. Ya paso la etapa de la foto de unidad, ahora se trabaja en un armado amplio. “Este frente opositor será con el peronismo y con todos aquellos sectores desencantados que se sintieron engañados y que votaron por Macri”, dice Fernando Espinoza, quien hace unos días se juntó con Martín Sabbatella, y agrega: “va a ser un gran frente amplio electoral por lo que vamos a crear la nueva mayoría parlamentaria después de ganar las elecciones en octubre”.

Días atrás hubo un almuerzo entre Daniel Scioli y varios intendentes del Grupo Esmeralda –Martín Insaurralde, Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta, entre otros- donde se limaron algunas asperezas y todos coincidieron que hay que trabajar en la unidad y la participación de todos los sectores.

Por ahora nadie habla de nombres para las listas. Nadie sabe hoy si la ex mandataria jugará o no, aunque ya nadie duda que será una actora importante en el armado y en la campaña; Daniel Scioli dice que se siente cómodo en el llano y sólo estará en las listas si sirve para la unidad y el triunfo electoral; Florencio Randazzo sigue en su hermetismo, asume que en ninguna encuesta supera el 8% de aceptación y probablemente esté en la lista de unidad; lo mismo que el Movimiento Evita que luego de estar muy crítico con el kirchnerismo ha bajado un cambio y nuevamente hay dialogo con ese sector.

Por ahora hay “bolilla negra” para algunos dirigentes que estuvieron demasiado cerca de Cambiemos y el Frente Renovador: el senador Juan Manuel Abal Medina que jugó en tándem con Miguel Ángel Pichetto y el gobierno nacional y Julián Domínguez, ex candidato a gobernador. También estará afuera de las listas Aníbal Fernández que mantiene una imagen negativa alta, más allá que el dirigente se autoexcluyó de las próximas elecciones.