El timbreo del sábado pasado, el primero exclusivamente provincial, envalentonó a María Eugenia Vidal y ahora quiere repetirlo cada quince días en los municipios del Conurbano donde gobierna el peronismo y el massismo con el objetivo de repuntar en las encuestas de cara a octubre. Tiene, sin embargo, un obstáculo: el presidente Mauricio Macri, quien mide mal y necesita recuperar la cercanía con la gente pero sin sufrir escraches.
El ideólogo de volver a las fuentes es el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien le reprocha a Macri haber perdido el “mano a mano”, que era la clave de la propaganda PRO, y haber adoptado una imagen más distante “seria e institucional” que no lo está favoreciendo en las encuestas.
La nueva estrategia se puso en práctica este miércoles, cuando el Presidente desembarcó en Morón como parte de una visita exprés junto a Vidal para entregar viviendas del Procrear y apuntalar de paso al intendente local, Ramiro Tagliaferro, que viene sufriendo un traspié tras otro y hasta será interpelado por el Concejo Deliberante.
Sin embargo, la imagen de cercanía que buscaba Peña y que se mostró en las imágenes que se dieron a conocer contrastó con el despliegue de seguridad, que incluyó un pequeño ejército con efectivos de las tres fuerzas, carros hidrantes y francotiradores, que se instalaron en todo el barrio a modo de respaldo de los funcionarios frente a posibles escraches.
La reunión que se difundió fue breve y a puertas cerradas con unos pocos vecinos. La cercanía, por lo tanto, fue literal, entre cuatro paredes. En la Rosada consideran que el objetivo se alcanzó porque Macri “no quedó expuesto” y se consiguió material para armar “un buen video” y luego difundir la actividad en las redes sociales, el fuerte del PRO. Y ahora quieren sumarlo a otras de las salidas que la gobernadora intensificó en las últimas semanas.
El sábado 7, Vidal encabezó los timbreos de sus funcionarios por los distritos donde no gobierna Cambiemos. La gobernadora estuvo en San Fernando junto al subsecretario de Gobierno y Asuntos Municipales, Alex Campbell. Allí gobierna el massista Andreotti.
En paralelo, 700 funcionarios tocaron timbre en otros distritos donde no gobierna Cambiemos: el jefe de Gabinete, Federico Salvai, estuvo en Berazategui, distrito gobernado por el kirchnerista Juan Patricio Mussi; Hernán Lacunza en Escobar -territorio del peronista Ariel Sujarchuk-, Joaquín De la Torre en Moreno -donde manda el K Walter Festa- y Cristian Ritondo en Lomas de Zamora, donde gobierna Martín Insaurralde.
Entusiasmada por la devolución de la gente, la mandataria resolvió repetirlo los sábados a la mañana y cada 15 días. El próximo timbreo será el sábado 22. La bajada “al territorio” tendrá siempre a Vidal como protagonista central y más adelante, incluirá también a los candidatos a senadores y diputados por Cambiemos en la provincia.
La candidatura de Elisa Carrió estaría descartada ya que trascendió que anunciará en estos días que juega por CABA. Será un gran alivio para Vidal y Macri, que todavía están procesando que les haya bajado al intendente de Vicente López, Jorge Macri, de la boleta de diputados por la provincia al tratarlo de delincuente y acusarlo de múltiples negociados.
Los que por ahora siguen jugando son Esteban Bullrich para primer candidato a senador, pero todo depende de cómo cerrará el capítulo de la pelea con los gremios docentes. La presidenta de ACUMAR y ex diputada nacional, Gladys González, también continúa en carrera para el Senado, mientras que Facundo Manes sigue sonando como candidato a diputado.