La Cámara Federal de Casación Penal otorgó la prisión domiciliaria al represor Miguel Etchecolatz, aunque la decisión no se hará efectiva aún debido a que tiene otras causas por crímenes de lesa humanidad pendientes de resolución.
El excomisario cumple varias condenas a reclusión perpetua por delitos de lesa humanidad y genocidio cometidos durante la última dictadura cívico, militar y eclesiástica y es el principal sospechoso de la desaparición del testigo Jorge Julio López, el septiembre de 2006.
Se trata de un fallo emitido por la Sala I, integrada por los jueces Eduardo Rafael Riggi, Ana María Figueroa y Liliana Elena Catucci, en el marco de la causa “Etechecolatz Miguel O. s/ recurso de casación”.
A pesar de que Etchecolatz no regresará a su casa del Bosque Peralta Ramos de Mar del Plata, para Guadalupe Godoy, abogada de la familia de López, “es solo cuestión de tiempo”. “No se va a la casa porque aún están pendientes otras causas por el circuito Camps pero está claro que, con todo el poder judicial tomando decisiones en el mismo sentido, en solo una cuestión de tiempo”, evaluó en declaraciones radiales.
En ese sentido, advirtió que “a partir del cambio de gobierno, el poder judicial es muy permeable al poder político y hay una especie de acuerdo no escrito que consiste en que no hay una amnistía, pero sí una aceptación de las estrategias de los represores, con lo cual, si hay juicios, se harán con ellos en sus casas”.