Por temor a sufrir nuevos escraches, el presidente Mauricio Macri ordenó un fuerte dispositivo de seguridad en torno al acto de inauguración del metrobus que se realizará mañana en La Matanza. No sólo vallarán la zona, sino que no permitirán la circulación de autos particulares ni de el ingreso de periodistas no acreditados en la Casa Rosada.
Toda la información del operativo fue difundida por el propio gobierno mediante un correo de Presidencia. Temen que el jefe de Estado sufra un nuevo escrache como ocurrió en Tandil, Rosario, Villa La Angostura, Quilmes y Entre Ríos.
“Ingresarán únicamente periodistas designados por los medios periodísticos acreditados en la Casa de Gobierno y en el Ministerio de Transporte”, informaron desde la Casa Rosada en el comunicado.
La llegada de Macri a La Matanza ya generó polémica porque la intendenta local, Verónica Magario, denunció que las obras no están terminadas. “Estamos esperando que venga el Presidente para inaugurarlo y plantearle que está incompleto. No sólo porque arranca en el kilómetro 29 (de la Ruta 3) y termina en el centro de San Justo, sino porque el proyecto original solucionaba el transporte desde Kilómetro 32 hasta Constitución y Plaza de Mayo en un plan integral”, disparó Magario.
La intendenta además dijo que el transporte es costoso y obliga a pagar más de un boleto. “El Metrobus tampoco resuelve un único transporte desde los barrios hasta Plaza de Mayo. Los vecinos deben pagar un pasaje para ir del barrio a la Ruta 3, de ahí otro boleto y –si tienen que combinar con un tren– suman uno más”, sostuvo Magario.
El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, salió al cruce de la jefa comunal, dijo que la obra debería haber estado terminada en 2015 y afirmó que se terminó hasta donde ordenaba la licitación. “El proyecto tenía que estar terminado en 2015 y, como era usual en el Gobierno anterior, tenía que arrancar y no habían puesto ni un ladrillo. Lo reformulamos y empezamos en enero de 2016”, le contestó.