El gobierno nacional acordó con el gremio mayoritario de los estatales, UPCN, un aumento salarial de tan sólo el 20%, en tres cuotas y con cláusula gatillo, y un plus por presentismo que, por las exigencias que incluye la letra chica, difícilmente pueda ser cobrado por los trabajadores estatales nacionales.
El acuerdo fue firmado este semana por los ministros de Modernización, de Andrés Ibarra, y de Trabajo, de Jorge Triaca, con los dirigentes de UPCN. La suba acordada va en línea con la pauta inflacionaria de la que no quiere moverse el gobierno más la inflación del primer trimestre: 20% en tres tramos: 5% en junio, 5% en julio y recién el 10% en agosto. A esto dicen que le aplicarán un gatillo por inflación en enero, que dependerá de la inflación oficial del INDEC de 2017. En caso de que el índice de precios en efecto supere el 20% de la paritaria, las partes deberán juntarse para volver a negociar si se realizará el ajuste, de acuerdo al documento final.
Sin embargo, el adicional por presentismo que también forma parte del acuerdo es el punto más polémico de todos. Sólo si tiene asistencia perfecta durante un cuatrimestre, el trabajador podrá sumar $ 1.300 por mes a su sueldo y al final del período.
Ya con una falta justificada al mes el adicional bajará a $ 910 mensuales. Con dos inasistencias por cualquier tipo de licencia, excepto por examen, el plus será de $ 520 al mes, pero con tres pierde el presentismo de ese mes.
En el caso de que reúna 10 ausencias justificadas en cuatro meses, no podrá contar con el adicional por el cuatrimestre entero. Lo mismo sucede si tiene una sola inasistencia sin justificación en cualquier momento del cuatrimestre.
Las únicas licencias exceptuadas para el cálculo del presentismo son las vacaciones y las de estudio. Es decir, que si un trabajador o su hijo se enferman y llevan certificado médico, les restarán el “premio”. Esto puede llevar a que, para mejorar sus bajos salarios, los empleados intenten ir a sus oficinas sin estar en condiciones clínicas de hacerlo.