Mientras Federico Salvai, jefe de Gabinete de María Eugenia Vidal cerrada uno de los bares de moda de Palermo en su festejos de los 40 años, junto a ministros y funcionarios, tanto provinciales como nacionales, horas después, en Lanús, cuadro niños que van de los 2 a los 7 años murieron calcinados en un barrio humilde. La razón principal fue porque la empresa Edesur y el gobierno municipal del macrista Néstor Grindetti tiene abandonado a los pobres de su distrito.
Así es la política en estos días. Los dirigentes del PRO coparon el bar Uptown & the Bronx, un sótano sobre la calle Arévalo que se asemeja a un subte de Nueva York. Con la música sonando a todo volumen, Salvai, acompañado por su esposa, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, festejaba su cumpleaños. Se la vio a la gobernadora María Eugenia Vidal, a Esteban Bullrich y Gladys González, ambos candidatos por Cambiemos, a Guillermo Dietrich, el ministro de Transporte, al asesor presidencial José Torello, al vicegobernador Daniel Salvador, al intendente Jorge Macri y al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, entre otros.
Mientras todos se divertían con Despacito, el hit del momento, el conurbano bonaerense la está pasando cada día peor. Robos, secuestros, asesinato de un niño de tres años y el horror de la muerte de estos cuatro pequeños por usar velas ante la falta de energía eléctrica. Los vecinos señalaron que hace días que vienen pidiendo una cuadrilla porque están sin luz hace más de una semana, pero nadie les da una respuesta.
Los intendentes del peronismo vienen señalando que los habitantes del conurbano la están pasando muy mal. Al drama de la inseguridad al que sumarle la falta de trabajo, de changas, del brutal aumento de las tarifas de luz y gas, de alimentos y con hospitales abandonados a la buena de Dios, sin olvidar que los comedores escolares están siendo bancado por los jefes comunales ante la ayuda insuficiente del gobierno provincial.
Dos mundos, dos realidades. Después se enojan cuando en las encuestas el 70 por ciento de los bonaerenses consideran que Macri gobierna sólo para los ricos.