La respuesta de Macri al acto de Cristina: “Tiene que estar presa”

Por Alfredo Silletta. Luego del contundente acto de Cristina Kirchner  en Arsenal, el periodista Ari Paluch, amigo de Mauricio Macri, publica hoy una nota en el diario oficialista Infobae, donde se refiere a una charla que tuvo con el presidente por Whatsapp. Allí cuenta que Macri con signos de exclamación dice “si Cristina, De Vido y Compañía no van presos, este país no es serio”.  Fue su respuesta al acto de la ex presidenta.

El establishment político-económico está alterado y con razón. No pueden comprender que luego de un año y medio de insultos, agresiones, tratando a la ex presidenta de “chorra, asesina y de traición a la Patria”, miles y miles de argentinos se sientan representados por esa “pequeña mujer” que ayer subió al escenario y les habló con voz baja de todas las penurias que vienen sufriendo por las políticas de ajuste del neoliberalismo que encarna Macri.

Se percibió anoche en los medios televisivos hegemónicos y hoy en los principales diarios que están nerviosos, llenos de odio. Esperaban una Cristina –según palabras de Joaquín Morales Sola- que “aumentara la grieta”, con un discurso “violento y difamatorio” y que sus seguidores “salgan a perseguir disidentes”. Le faltó agregar que “salgan a degollar a sus opositores”, como en la época de Juan Manuel de Rosas.

Nada de eso sucedió. La ex presidenta cambió la estética de su discurso. Dejó sus estadísticas, sus maravillosos discursos en Naciones Unidas y bajó al llano con un discurso de cercanía. Allí, sin explicaciones teóricas, con palabras sencillas, se subió sola a una tarima que estaba casi a la altura de la gente, y les habló mano a mano de los problemas cotidianos que viven los argentinos: de la boleta de luz, de gas, de los despidos, del brutal aumento de los alimentos, de cómo este gobierno vino a “desordenar” la vida de cada argentino. Como dijo mi amigo Julio Fernández Baraibar, al terminar el acto de Cristina en Facebook:  “Cristina cambió radicalmente el eje de la campaña. De la gran política a la política de la cercanía. Una genia”.

Y hacia el final, en una jugada magistral decidió que el acto era de la gente, de los que sufren. De allí que subieron a la tarima todos los perjudicados por esta política de ajuste: amas de casa, científicos, maestros, comerciales, trabajadores, pequeños empresarios y hasta se acordó de la Patria Grande al presentar una pareja de compatriotas bolivianos que trabajan la tierra.

Cristina demostró que hoy es la única gran líder que puede ponerse al frente de los desconocidos, de los abandonados y los sufrientes de este país. Hace dos años, Cristina le dijo a todos los que fueron a saludarla que se iba a su casa, a su “rincón en el mundo” a disfrutar de su familia, de sus nietos, que junto a Néstor habían dado lo mejor de sí para “empoderar derechos” de los argentinos.

Un año y medio después la voz de los que no tienen voz la hace volver. No estaba en sus planes, pero la historia tiene sus vueltas que nadie conoce. La derecha, el establishment no comprende –como no lo comprendió a Juan Domingo Perón- que el poder de Cristina no está en los cargos, en sus discursos, sino en esa marea humana silenciosa que la eligió para que la conduzca a la victoria.