Le llevó tiempo pero finalmente y después de hurgar en encuestas y focus group, el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba llegó a una conclusión: que los candidatos de Cambiemos no deben hablar de economía ni prometer más medidas que no se van a poder cumplir porque no van a conseguir votos con eso.
“Los focus group dicen claramente que la economía no suma. No hay que hablar de economía”. La orden fue escuchada por el jefe de gabinete, Marcos Peña, quien ya la bajó a los jefes de campaña y a todos los precandidatos. Los candidatos de Cambiemos tienen prohibido hacer campaña con los datos de la economía. Tampoco pueden prometer que las cosas que andan mal, comenzarán a mejorar a la brevedad.
El gurú le dijo a Peña que la fórmula de prometer que la economía mejorará ya fracasó. Ni hubo segundo semestre ni brotes verdes ni lluvia de inversiones ni reactivación. Durán Barba lo planteó en el comando de campaña: “La gente ya descree de esas promesas, porque nunca se cumplieron. Hablemos con la verdad”.
Por eso, desde hace unas semanas los candidatos tratan de obviar el tema económico y concentrarse en la corrupción, y la amenaza de volver al pasado en relación a un posible triunfo de Unidad Ciudadana. La decisión es estratégica pero debilita al gobierno ya que implica el reconocimiento de que el rumbo económico es errado. Es decir que, transcurrido el 40% del gobierno de Cambiemos, el equipo económico no pudo ofrecer hasta ahora buenas noticias para los argentinos.