Luego del show mediático del presidente Mauricio Macri y el bloque de Cambiemos, con el apoyo del bloque de Sergio Massa y Margarita Stolbizer, no pudieron expulsar al diputado Julio De Vido al no conseguir las dos terceras partes de los votos. El oficialismo y sus socios consiguieron 138 votos, precisaban 158, y 95 legisladores votaron en contra de la propuesta y 3 se abstuvieron.
De todas maneras, el oficialismo no salió insatisfecho: transformó a lo largo de casi diez horas al recinto de la Cámara de Diputados en un escenario electoral retransmitido en vivo en todos los canales de noticias, con la idea de mostrarse como los abanderados de la lucha anticorrupción.
En ese marco, salieron de forma previsible a hacer campaña con el tema y a pedir el voto de la población para la llamada “lucha contra la corrupción”.
Uno de los primeros en intentar capitalizar el resultado adverso, fue el titular del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi, quien afirmó que “los ciudadanos votaremos de nuevo para tener mayoría parlamentaria para derrotar al cinismo y a la hipocresía”. El mensaje era claro: votar a Cambiemos para insistir en la “limpieza moral” de la política. No fueron pocos, en cambio, que le recordaron al radical su pertenencia al gobierno de la Alianza, que se fue con 40 muertos por la represión de diciembre de 2001.
Otro que se manifestó en la misma línea fue el diputado Eduardo Amadeo, el mismo que anunció que pedirá al Senado la exclusión de Cristina Kirchner si llegara a ser electa en octubre. “Por un lado perdimos, pero por el otro, ganamos. “Sólo vamos a poder sacar a De Vido si tenemos más diputados que se jueguen como anoche”, sostuvo.
También habló el jefe de Gabinete Marcos Peña. El funcionario afirmó que que serán los argentinos “con su voto” los que “van a definir” en las próximas elecciones “si ganó o no la impunidad”.
El montaje electoral de ayer no resultó gratis para Cambiemos. Por casi dos horas tuvo que resistir los embates de todos los bloques opositores, y hasta de sus aliados del massismo, que reclamaron que se incorporen al temario otros temas. El FIT propuso declarar la emergencia laboral para frenar los despidos, iniciativa que hizo propia el FpV-PJ, además de limitar el endeudamiento externo, entre otros temas. El oficialismo logró rechazar todos, porque los votos opositores no alcanzaron los dos tercios para incorporarlo a la sesión especial que solo incluye la agenda propia.
Acompañaron a Cambiemos en la derrota, el interbloque massista y sus aliados como el GEN, Libres del Sur y los neuquinos del MPN, el socialismo el bloque de Darío Giustozzi, algunos del Bloque Justicialista como los salteños que responden al gobernador Juan Manuel Urtubey y el ex titular de la Anses, Diego Bossio, y otros monobloques.
De la vereda de enfrente estuvieron el FpV-PJ y sus aliados, el PpV-Movimiento Evita, los santiagueños del Frente Cívico, el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), Proyecto Sur, entre bloques más pequeños. Las abstenciones fueron de Juan Carlos Giordano (FIT-IS), el peronista pampeano Sergio Ziliotto, del BJ, y la santafesina Silvina Frana del FpV-PJ. Los misioneros del Frente de la Concordia figuraron entre los 20 ausentes de la sesión.