Más allá de su sonrisa ante las cámaras y de ese estilo tan Heidi que la caracteriza, por estas horas la gobernadora María Eugenia Vidal camina por las paredes. ¿La razón de su furia?: el imparable aumento del dólar a dos semanas de las PASO y, lógicamente, su malestar con Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central, porque día tras día comprueba que no hace nada para evitar que la moneda estadounidense ya esté por los 18 pesos.
Consciente como está de que la escalada de los billetes verdes es generadora de malestar entre la población –incluidos, claro está, los votantes de Cambiemos- Vidal siente que si no fuera por ella, la cotización del dólar estaría todavía más alta.
Es que fue ella misma quien el lunes pasado decidió tomar cartas en el asunto, al disponer que el Banco Provincia saliera a vender más de 50 millones de dólares, lo que hizo retroceder más de 20 centavos el precio de la divisa.
Vidal se encargó de que su enojo llegara a oídos de Sturzenegger, quien durante una reunión reservada con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, tuvo que escuchar los reproches por su pasividad ante un dólar que todavía no encontró su techo.
Teniendo en cuenta que este panorama generó en la práctica una devaluación superior al 10 por ciento en las últimas semana -con lo que eso significa en cuanto a su traslado a los precios de la canasta alimentaria y consecuentemente al índice inflacionario-, la gobernadora bonaerense está que trina porque sabe que, más allá de los consejos de Durán Barba en cuanto a no hablar de economía en tiempos de campaña, si continúa esta escalada será cada vez más difícil contener el malhumor de la gente, sobre todo, entre los eventuales votantes de Cambiemos.
Y aunque no lo digan públicamente, al malestar de Vidal contra Sturzenegger se le suman el de otros referentes políticos del oficialismo al ver cómo el dólar día a día rompe sus propios récords.
Sin embargo, el titular del Banco Central se siente respaldado por el presidente Mauricio Macri. Pero, claro, lo que muchos se preguntan por estas horas, es hasta cuándo se mantendrá intacto ese apoyo, en caso de que el valor del billete estadounidense no se frene, y mientras las elecciones están a la vuelta de la esquina…