El gobierno nacional maneja una serie de hipótesis canallescas sobre el secuestro y desaparición con vida de Santiago Maldonado. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich afirma, sin ponerse colorada, que no hay ningún elemento para incriminar a la Gendarmería en la desaparición del joven e insistió “que no es una desaparición forzosa”. Por su parte, el presidente Mauricio Macri, después de 10 días de silencio, aseguró que desde su administración trabajan “a destajo” para tratar de saber que paso y culpó a la comunidad indígena que tiene “lineamientos poco democráticos y bastantes violentos”.
El jueves, la Policía Federal encontró cinco cabellos y una soga con manchas de sangre en una camioneta similar a la que, según los manifestantes, se llevaron a Maldonado. Se trata del Escuadrón 35 de Gendarmería en El Bolsón, Chubut. Por ahora fueron los únicos resultados sobre la fuerza, según fuentes del Gobierno. “Los cuarteles dieron resultados negativos y las camionetas también. Ahora lo que necesitamos es que la familia nos dé muestras de ADN así las cotejamos con las que aparecieron”, confiaron a la prensa.
En el gobierno sostienen que no hay evidencia que haya sido la gendarmería, mas allá de lo que afirman las organizaciones de derechos humanos y la comunidad aborigen, lo que consideran un “relato” del kirchnerismo.
Para el gobierno el joven pudo haber escapado del lugar y estar escondido en Chile o en otra provincia o que los mismos mapuches tengan secuestrado al joven para producir caos en la sociedad.
Más allá de estas hipótesis, desde el gobierno reconocen que en un principio no le dieron importancia a la desaparición de Maldonado, pero ayer se preocuparon cuando la plaza de Mayo se llenó pidiendo la aparición con vida de Santiago. Una imagen que recorrió el mundo.
El gobierno argumenta que la familia no se acercó a ellos y que “desconfía” del gobierno. Algo lógico con los argumentos brutales que señaló en las primeras horas Bullrich. No hay que olvidarse que la represión de la Gendarmería fue articulada por Pablo Noceti, el jefe de Gabinete de Bullrich, un conocido defensor de represores que violaron los derechos humanos durante la dictadura, acusados de secuestros y desapariciones forzadas. Es un abogado para quien los juicios contra genocidas durante el alfonsinismo y el kirchnerismo fueron la “legalización de una venganza diseñada por el poder político al servicio de inconfesables intereses”.
El jueves se presentaron ante la Justicia dos testigos que querían declarar encapuchados. El juez los rechazó. La semana que viene, la Justicia podría ingresar a las tierras donde viven los mapuches y donde las fuerzas de seguridad aún no pudieron entrar.
Ayer, en la multitudinaria marcha, Sergio, el hermano de Santiago, afirmó: “Que aparezca Santiago lo antes posible. Santiago, te quiero ver. Estoy orgulloso de vos. La voy a pelear hasta el final. No me importa un carajo lo que me pase, quiero a Santiago con vida”.
1 comentario
Hojalá Dios te permita ese deseo, de ver a tu hermano otra vez y con vida.