De acá hasta las elecciones legislativas de octubre, no le será nada fácil a Sergio Massa transitar por aquella famosa “ancha avenida del medio”, porque todo indica que será cada vez más angosta, o bien que se bifurcará en distintas direcciones.
Por eso mismo, el tigrense estuvo reunido en las últimas horas con los fieles que aún conserva, y a la luz de lo que fue la nada feliz performance de 1País en las PASO, empezó a delinear la estrategia que llevará adelante en los próximos dos meses, no sólo para evitar un éxodo masivo en esa fuerza, sino para intentar mejorar el magro 15 % que sumó el domingo pasado.
Consciente de que no está en condiciones de retar a su tropa, y al saber que en definitiva recae sobre él la responsabilidad de haber tejido esa curiosa alianza con Margarita Stolbizer, Massa sabe que necesita delinear de manera urgente cuál será su discurso de campaña, y por eso tiene los oídos abiertos para escuchar sugerencias.
Mientras algunos le aconsejan “peronizarse”, otros tantos le apuntan que la única manera de salvar la ropa en octubre, será marcar distancia real del gobierno para que, sin ambivalencias, enfrente lo que viene a nivel reformas, sobre todo en lo referido a los terrenos laboral y previsional.
Sobre lo que sí existe coincidencia casi unánime, es que ya quedó demostrado que no pegó en la población su prédica sobre la quita del I.V.A. sobre los alimentos básicos de la canasta y el reparto de alarmas comunitarias, que fueron los dos ejes sobre los que cimentó su campaña para las elecciones del domingo pasado.
Un hombre muy cercano a Massa, comenta: “vamos a seguir defendiendo las propuestas, pero necesitamos que Sergio centralice la campaña con un discurso más elevado, sin guión, sobre la provincia y el país. Él es el valor más importante del espacio político, y por lo tanto necesitamos que represente la contrafigura del proyecto conservador de Macri. Cuando lo ponemos a vender alarmas y arroz, pierde autenticidad”.
En tanto, por lo bajo, más de un ‘massista’ de la primera hora se pregunta, y no sin razón, cuál fue el beneficio que aportó Stolbizer a una alianza que nunca terminó de ser digerida por quienes vienen acompañando a Massa desde 2013, cuando en los comicios de ese año cosechó el 44 % de los votos.
Una de las tareas que deberá desarrollar su compañera de fórmula, será buscar el apoyo de referentes del progresismo que quedaron fuera de las elecciones de octubre, como el frente Socialista y Popular, que lideran Víctor De Gennaro y la diputada Gabriela Troiano, como así también el espacio Creo, que encabezan el senador Fernando “Pino” Solanas y el sindicalista Pablo Micheli.
De todas maneras, saben que, en caso de coronar con éxito esas negociaciones, tampoco se subirá sustancialmente el caudal de votos. “Pero, algo es algo”, reconocen hasta con un aire de resignación cerca del tigrense.
Pero así como 1País irá a la caza de votantes, a esta altura ya no es ninguna novedad que tanto Unidad Ciudadana como Cambiemos intentarán llevarse para sus respectivos espacios a una porción de desilusionados con el dúo Massa / Stolbizer.
Así como en las huestes del macrismo apuestan a que al menos tres de cada diez de quienes votaron a Massa se volcarán hacia ese lado, en UC, a través de un trabajo quirúrgico, apuntarán a los algo más de 430 mil votantes de la Tercera sección que eligieron la opción de 1País. Después de todo, ahí se concentra la población “más peronista”, y hacia ellos se apuntará.