Por Alfredo Silletta. Los medios hegemónicos, día tras día, intentan vender un “Súper Macri”, un genio de la política que resuelve el problema de los argentinos. Intentaron e intentan hablarnos de “brotes verdes” que nunca llegaron y durante meses dijeron que Cambiemos ganaba ampliamente las elecciones de la provincia de Buenos Aires, que la ex presidenta tenía un apoyo del 23 o 24 por ciento. Ahora que triunfó con casi el 36% de los votos, intentan vendernos que Cristina iba a ganar por 8 puntos y lo hizo “sólo” por uno. Es el relato M con toda la artillería mediática.
Luego de las PASO, los medios hegemónicos “nos venden” que Cambiemos arrasó en las elecciones, pero en realidad obtuvo un 34% de los votos, similar a octubre de 2015. Con la brutalidad de las medidas económicas, hay que reconocer que fue una elección correcta, podría haber sacado menos votos, pero de ahí a que arrasó, es mucho.
En las últimas horas nos hablan de un “Súper Macri” que arrasará con el sindicalismo argentino que volvió a llenarle la Plaza de Mayo, pese a que algunos gremios no movilizaron. Fue el sueño de Raúl Alfonsín con la Ley Mucci, y con la “Banelco” de De la Rua que terminó en la nada. El establishment, que no cree en el “super Macri”, lo elogia para presionarlo a fin de que apruebe una reforma laboral como en Brasil, que no tiene la historia del sindicalismo peronista que se formó en la década del cuarenta. Será imposible.
Por estas horas, intentarán quitarle las obras sociales con la excusa de que los gremios manejan dinero y que no hay en ninguna parte del mundo. Esperan que, como las AFJP, el trabajador pague una prepaga imposible de pagar, o que se muera en la puerta de un hospital como sucede en los Estados unidos, donde quien no tiene seguro de salud no es atendido por personal médico. Las obras sociales cumplieron y cumplen con la salud en el cuidado de la familia del trabajador. Como ejemplo, si alguien hoy tuviera que ser intervenido por laparoscopía de vesícula, si no contara con obra social debería abonar unos 30 mil pesos, y hablamos de algo muy menor. Imposible pagar un tratamiento de cáncer.
Retomando al “súper Macri”, ya lanzaron la reelección para el 2019 y la de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires. Ya lo dicen, después del 2023 vendrán otros ocho años de Vidal o Marcos Peña. La fantasía del establishment.
Claro, la derecha argentina nunca leyó a Carlos Marx, quién en “El 18 Brumario” afirmó que las revoluciones son como un topo. El topo de la Historia, que a veces desaparece, porque el topo va por debajo de la tierra. Pero nunca aparece para atrás, siempre va para adelante. Entonces hay que tener esperanzas de que el topo volverá y llegará el fin de este gobierno brutal de ajuste, hambre y miseria.
Los medios hegemónicos nos quieren vender al “Súper Macri” pero el topo de la Historia avanza y volverá a la luz más pronto de lo que se imaginan.