La candidata a senadora de Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner estará el martes en el mítico Club Atenas en su carrera a las elecciones de octubre, en momentos que seguramente se sabrá que ganó las elecciones, algo que negó el gobierno en la noche del 13 de agosto con el acompañamiento de los medios hegemónicos.
La ex mandataria, como viene contando Info135, tendrá una actividad fuerte de acá al 22 de octubre. El jueves pasado estuvo con las despedidas de Pepsico, el viernes visitó Lomas de Zamora para conversar con los intendentes de la poderosa tercera sección electoral y ayer sábado fue hasta Merlo para reunirse con los jefes comunales de la primera sección electoral.
El gobierno, con su manejo poco ético, seguramente el martes no dará el resultado definitivo del escrutinio y esperará hasta el jueves, cuando Argentina y Uruguay disputen un lugar para el mundial de Rusia y que pase desapercibido que Cambiemos perdió las elecciones
La idea de los organizadores del acto es mantener el formato 360 para que la ex mandataria este más cerca de la gente. Se menciona que se colocará una tarima a lo largo del gimnasio por la que transitará Cristina mientras brinda su discurso. Hay que recordar, que Atenas es un club caro a los sentimientos de la presidenta, como lo fue en su momento para Néstor Kirchner. Allí, a principios de los 70, la juventud peronista realizaba sus encuentros y ambos participaban. Fue además uno de los últimos actos de Néstor Kirchner antes de su fallecimiento.
El último acto de Néstor en Atenas. El 24 de febrero de 2010, días después de haber sido operado de la carótida, el ex presidente vino a un acto en Atenas. Se había dudado de su presencia ya que todavía estaba convaleciente, pero él había pedido que no se suspenda. Quería estar con la militancia en el club que quería tanto.
A las 19,30 en punto, Néstor Kirchner reaparecía en La Plata después de su operación. Miles de jóvenes lo vitorearon y las cámaras de televisión mostraron la cicatriz en el cuello de su reciente operación.
Cuando se acercó al atril, por 10 minutos estuvo en silencio, escuchando emocionado los cantos de la multitud, que incluía el “hit” de los setenta que aludía a “la gloriosa JP” y también actuales, en defensa del gobierno y contra el monopolio del Grupo Clarín.
Los presentes creyeron que ese silencio estaba vinculado al cansancio por su reciente intervención quirúrgica. En parte era verdad, pero cuando comenzó a hablar dijo que “contaba los minutos” para volver a estar en el lugar que tenía que estar, para “dar todas las batallas” que había que dar. Pero no fue sólo eso. En esos eternos 10 minutos, en silencio, mientras la gente cantaba, Kirchner recordó otros tiempos. Recordó sus días en la pensión de la calle 45 Nº 312, entre 1 y 2, cuando vino a estudiar Derecho desde Santa Cruz. Se acordó de su militancia juvenil, de cuando conoció a Cristina, y recordó, como lo hacía muy seguido, a sus amigos. Recordó a Roberto Basile, Julio Pacheco, Omar Beain, a todos los desaparecidos y asesinados en los años de represión. “Fueron ellos, pero podríamos haber sido nosotros”, comentaba siempre. Y sonrió al ver a tantos jóvenes, que, como ellos hacía tantos años, se habían reunido en ese mismo club Atenas para anunciar la candidatura del “Tío Cámpora”. Finalmente, con un nudo en la garganta, comenzó a hablar: “¡Estoy acá, como siempre, para dar todas las batallas!”
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nosotros queremos acompañarte , para seguir dando todas las batallas qué sean necesarias!