Por Alfredo Silletta. La derecha en el país está desatada. El 34 por ciento de las PASO los lleva a pensar que pueden ir por todo. Nada les preocupa, más allá de sus políticas neoliberales van contra cualquier idea populista. Primero fueron por el kirchnerismo y especialmente contra Néstor y Cristina Kirchner y ahora van por Juan Domingo Perón. Es como si quisieron escribir un nuevo Manual de Educación Democrática sobre la primera tiranía (Juan Manuel de Rosas), la segunda tiranía (Juan Domingo Perón) y una tercera sobre la década kirchnerista. El turco Asís dice que los seguidores de Macri están signados por “el gorilismo decadente que supera, en determinados rasgos, al de los años cincuenta”. Y agrega: “Son los herederos generacionales de los que apoyaron, en su momento, a las dictaduras”.
Por estas horas, la derecha convocó a una marcha a favor del gobierno en el aniversario de la Revolución Libertadora, el próximo 16 de septiembre como contramarcha de los casi un millón argentinos que se movilizaron en todo el país para pedir por la aparición con vida de Santiago Maldonado.
Hay que recordar que esa “Revolución fusiladora” como se la conoce popularmente fue el inicio de la violencia política en la Argentina. Fueron
años de proscripciones, persecuciones, asesinatos de militantes, exilios y resistencia civil. Se prohibió el nombre de Perón, de Eva, se robaron el cadaver de Evita, se encarcelaron a cientos de dirigentes políticos y sindicales. El país fue una gran cárcel.
La del próximo 16 de septiembre será la segunda marcha en apoyo al Gobierno en menos de dos años. La primera tuvo lugar el 1 de abril. Pese a que el Gobierno se despegó en un principio, distintos funcionarios convocaban a participar. Luego de la marcha, el presidente Mauricio Macri subió un video a las redes sociales en donde felicitó a los manifestantes por haber salido a las calles “sin micros ni choripanes”.
Paralelamente, el gobierno decidió a través del Ministerio de Cultura, cortar el programa de apoyo del Instituto de “Estudios e Investigaciones Históricas sobre Juan Domingo Perón”, que se dedica a investigar la figura del tres veces presidente de todos los argentinos. “Hay que hacer recortes y para qué gastar plata en eso”, avisaron del Ministerio de Hacienda.
El año pasado recibió la suma de 20 millones de pesos. Los recursos de este ítem financian un Instituto creado a partir del decreto 622 en 1995 y que está destinado a la investigación del ex presidente y también a la divulgación de textos sobre el peronismo y a la promoción de actividades.
El instituto tiene la sede en el edificio ubicado en Austria 2593, cuenta con 32 empleados y está a cargo de Lorenzo Pepe, ex diputado que realiza esta tarea ad honorem y cuyo cargo, por las características del decreto, tiene categoría de secretario presidencial.
Según los datos aportados por la cartera de Pablo Avelluto, un millón de pesos se destina mensualmente al pago de sueldos y el resto al mantenimiento del edificio y a las tareas del instituto en general. La excusa de Cambiemos es que los textos publicados “no tiene avales académicos”, una obviedad para la derecha liberal argentina que no acepta nada que tenga olor a popular.
¿Y si denunciamos a Cristina por estupro como hicimos con Perón?