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23 noviembre, 2024
PAÍS

Diferencias: mientras Macri ni llamó a la familia Maldonado, Néstor se reunió 3 veces con los López

Por Alfredo Silletta. El presidente Mauricio Macri, a 36 días de la desaparición de Santiago Maldonado, no se le ocurrió ni se le pasa por la cabeza levantar el teléfono o invitar a la casa Rosada a  los padres y a los hermanos de Maldonado, hoy desaparecido en manos de la Gendarmería en la represión de la ruta 40.

El presidente Néstor Kirchner, 11 años atrás, estaba en Nueva York en la asamblea de Naciones Unidas cuando se enteró de la desaparición de Julio López en septiembre de 2016. No dudo en comunicarse rápidamente con Felipe Solá, gobernador de Buenos Aires quien intentó explicarle que no era un tema político (en las primeras horas se lo buscaba en los hospitales ya que la familia creía que había sufrido un accidente).  “¿Vos sos boludo?, a López lo chuparon, poné todo el apoyo de la provincia, hablá con la familia, poné una recompensa ya”, le dijo un irritado Kirchner al gobernador. Horas después, Cristina llamó al ministro de Seguridad de la provincia, León Arslanian, para interiorizarse del caso. A las pocas horas, el gobierno provincial ofreció una recompensa de 200 mil pesos para que alguien informara sobre Julio López.

Solá decidió, finalmente, dirigirse a la humilde casa de López. Allí se sentó a charlar con su mujer y sus hijos, y compartió unos mates. Horas después, el gobernador  anunció el pase a disponibilidad de todos los efectivos de la policía de la provincia que “de alguna manera estuvieron vinculados a los centros clandestinos de detención y hoy siguen en la fuerza”. Una semana después, mostró una foto de Julio López y afirmó que “es el primer desaparecido desde los años del terrorismo de Estado”.

De regreso al país, el presidente Kirchner recibió a la familia López y le ofreció toda la ayuda, desde la SIDE hasta la policía Federal. Horas después en un acto en la Casa Rosada dijo que  “el pasado no está derrotado ni vencido”  y reconoció que la desaparición del albañil López, implicaba un mensaje atemorizador hacia toda la sociedad: “Cada vez que tienen una oportunidad aprovechan para demostrar que están presentes. Estemos atentos, argentinos, no podemos dejar que se vuelva a repetir ese pasado. Los argentinos estamos angustiados. No es un tema menor, se busca amedrentar la búsqueda de la verdad.”

Ruben López contó por estas horas que el presidente Kirchner  “nos recibió a los pocos días, se puso a disposición para buscar a mi viejo. Después si se lo buscó bien o no, es otra cuestión. La Justicia también tiene que buscarlos, las primeras 48 horas que no se buscaron se perdieron las pistas”.

Los medios de comunicación, como sucede ahora, no le dieron importancia y sólo Página 12 a través de la periodista Adriana Meyer, comentó la búsqueda y la preocupación.  A los pocos días  hubo una marcha de los organismos de derechos humanos de La Plata.

Hacia el tercer mes, la familia al no encontrar a Julio Lopez le escribió una carta al presidente. La misiva estaba titulada   “Dentro de pocas horas se cumplirán tres meses de la desaparición de Tito”.

Decía:“Estamos desesperados, angustiados, con bronca, no sabemos quién se llevó a Tito, nuestro padre, el marido y compañero de mi madre. Dirigimos esta carta abierta a nuestro presidente porque confiamos en él, recordamos sus palabras y su compromiso personal en la búsqueda de Tito. Hoy, a tres meses de no saber nada, le pedimos que no baje los brazos, que no se olvide de Tito, recuérdelo en cada tribuna…”. Más adelante, la carta recordaba: “Hace treinta años, dos niños y una madre sufrimos por la desaparición de Tito. Hoy se repite la historia, y nuevamente no sabemos dónde está, pero ahora estamos en democracia, creemos en ella, creemos en la Justicia como creyó Tito cuando con sus 77 años a cuestas fue a contar la ‘verdad’ para que la historia negra no se repita; sólo fue a pedir ‘justicia’ y hoy no está”. Y terminaba:  “Estamos desesperados. Somos una familia sencilla. No estamos acostumbrados a relacionarlos con la prensa. Cargamos con un dolor profundo y es sin lugar a dudas el peor momento de nuestras vidas. Tito es una persona sencilla, que trabajó toda su vida, que construyó con sus manos la casa que habita desde hace 45 años y que sufrió, por creer en un país mejor, los horrores de la noche oscura de la Argentina. Y hoy pareciera que la historia se repite, por lo cual decidimos recordar las palabras que más utilizó en sus escritos: “justicia” y “los argentinos tienen que saber”.
Néstor Kirchner recibió el texto y lo leyó una y otra vez. Las pocas personas que estaban presentes cuenta que el silencio parecía escucharse entre las paredes de su despacho. Sus ojos se humedecieron y sólo atinó un par de veces a mirar una estampita de Don Bosco, el llamado “Santo de la Patagonia”, que lo acompañaba en su escritorio desde el primer día de la asunción como primer mandatario.
Dos horas después, en el Salón Blanco de la Casa Rosada donde se entregaba el premio Azucena Villafor, el presidente habló en público de Julio López: “Recibí una carta profunda, seria, cariñosa, fuerte en calidad moral, de la familia López, en la que mostraban su desesperación por la desaparición de nuestro amigo, que tuvo la valentía de ir a declarar al juicio del genocida Etchetcolatz y como resultado hoy no lo tenemos entre nosotros (…) Tenemos la obligación de hacer todo para que aparezca López, tiene que aparecer nuestro amigo, tenemos que buscar todas las instancias para que esto se pueda dar y no tenemos que descansar en ningún momento. No vamos a bajar los brazos y nunca vamos a decir que hemos fracasado, porque si en 30 años o más, ya que lamentablemente algunos problemas de este tipo empezaron antes de la propia dictadura, no bajamos los brazos y estamos buscando la verdad, no tenga ninguna duda la familia López y todos los argentinos que vamos a trabajar a fondo para saber qué es lo que está sucediendo. Tiene que aparecer López. Vamos a luchar contra esa impunidad que, como ustedes ven, aún sigue existiendo en la oscuridad,, porque evidentemente hay procesos de complicidad, porque hay fuerzas que siguen actuando corporativamente de alguna manera a espaldas nuestras, y tenemos que dejar estas cosas en claro para que los argentinos nunca más estemos amenazados por este tipo de actitudes. Que cada uno pueda decir lo que tenga que decir, en el lugar que corresponda, con absoluta tranquilidad, donde consolidemos una democracia plural, amplia, con consenso, donde el miedo desaparezca definitivamente. Es nuestro compromiso a fondo, no nos van a hacer bajar los brazos. Si las Abuelas y las Madres nunca bajaron los brazos, nosotros, con la fortaleza moral y espiritual que nos dan, no tengan ninguna duda que junto a ustedes y junto a todos los argentinos tenemos que esclarecer este tema, cueste lo que nos cueste, lleve el tiempo que nos lleve. No nos vamos a cansar nunca de la búsqueda de la verdad.”
Siempre fue una herida abierta en la gestión de Kirchner. Días antes de dejar el cargo se reunió nuevamente en la Casa Rosada con la familia. Pidió perdón en nombre del Estado argentino y les prometió que nunca bajaría los brazos hasta encontrar la verdad.

El presidente Macri mantuvo silencio sobre el caso Maldonado y cuando habló por estas horas no dijo mucho. Pasaron 36 días, todavia no llamó a los padres que viven en la localidad de 25 de Mayo y estan desesperados porque no saben donde está su hijo.

 

 

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1 comentario

Ricky Maravilla 7 septiembre, 2017 at 7:58 am

Habria que haberles hecho pagar con la misma moneda… a Echecolaz se lo debió haber torturado hasta que cantara donde lo tiraron a Lopez y el nombre de todos los involucrados… OJO X OJO

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