“¿Cómo puede ser que se le mienta al juez y no pase nada?”. Según publica hoy Clarín, esa es la pregunta que habría formulado el presidente Mauricio Macri en la reunión de gabinete que encabezó antes de la visita del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
No deja de llamar la atención el enojo de Macri hacia quienes supuestamente le mienten al juez “y no pase nada”, teniendo en cuenta que él mismo, a lo largo de los años, acumuló distintas acusaciones como “estafa y asociación ilícita”, “abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público”, “enriquecimiento ilícito”, “falsificación de documentos públicos”, “amenazas y abandono de personas”, entre otras.
Dicho sea de paso, una tras otra, ya sea como empresario, jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y ahora como presidente, fue zafando en todas y cada una de las causas en las que estuvo involucrado…
De acuerdo a la versión del matutino de Héctor Magnetto, Macri estaría muy molesto por lo que él define como “operaciones” en torno a la desaparición forzada de Santiago Maldonado y, como no podría ser de otra manera, está convencido que detrás de todo está la “mano negra” de la Procuradora general Alejandra Gils Carbó, a quien el gobierno tiene entre ceja y ceja, por lo que no se va a detener hasta desplazarla como jefa de los fiscales.
Además, en el “gran diario argentino” se asegura que el presidente “está enojado y fastidioso por la pasividad de la Justicia ante situaciones que, entiende, deberían ser castigadas”.
De todas maneras, se indica que en las últimas horas un gran alivio llegó a los despachos oficiales, a partir de la confirmación del ADN negativo en los móviles de Gendarmería, lo que ayudaría para que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, pueda seguir zafando, y apostar, claro, a que toda la responsabilidad recaiga en un grupito reducido de esa fuerza.
Desde que asumió la presidencia, Macri fue denunciado en 93 oportunidades ante la Justicia federal. El eje de los casos que tomaron impulso es siempre el mismo: los negocios de la familia presidencial y su rol en la posible comisión de delitos como empresario y como funcionario público.
Así, el presidente que se horroriza ante quienes le mienten al juez, pudo zafar de cuestiones tan complejas como el caso de los ‘Panamá Papers’, el traspaso de la compañía Avianca, los escándalos por el Correo, el memorándum de Qatar y la ampliación, por decreto, del blanqueo de capitales a familiares de funcionarios.