En el extenso reportaje concedido a Infobae, la ex presidenta Cristina Kirchner defendió la libertad de expresión que imperó durante sus dos mandatos en Argentina y recordó que la insultaron y llegaron a decir “cualquier cosa” pero que esas son las reglas de la democracia.
“Cualquier cosa dijeron de mí. A mí me decían yegua, puta y montonera y no metimos preso a nadie. Hoy meten preso a un pibe por un Twitter, la gente tiene miedo”, dijo la candidata a senadora nacional de Unidad Ciudadana.
La ex jefa de Estado aseguró que durante su gobierno “hubo una libertad absoluta en Argentina”. Se podían pegar afiches contra un periodista o poner que yo era yegua, puta o montonera. Y en las movilizaciones a la Plaza de Mayo vi carteles conmigo colgada, ahorcada, y nunca se reprimió a nadie. En las redes sociales me agraviaban y me amenazaban. Ahora el que dice algo del presidente, lo meten preso. En mi gobierno había una profunda libertad. Ahora un chico estuvo un mes preso por un Twitter. ¿Qué tendría que haber hecho yo?”, insistió.
En esa línea, Cristina consideró que “si alguien quiere insultar a un presidente, puede insultarlo”. Y se puso como ejemplo. “A mí me insultaban. A mí llegaron a decirme que era mentira que mi marido estaba muerto adentro del cajón. Eso es la libertad y la democracia, que cualquiera pueda decir lo que quiera, en tanto no lo dañen físicamente ni provoquen un daño patrimonial”, sostuvo.
La comparación con el gobierno actual siguió y la ex mandataria consideró que “ahora nadie puede opinar nada”. “Si alguien pinta una pared se lo llevan arrastrando. En la movilización de Ni Una Menos salieron a cazar gente. Eso no me gusta, no es democracia, no es libertad. En un país donde la gente no pueda pintar una pared, no quiero vivir, aunque no me gusten las paredes pintadas. En todo caso, hay que obligarlo a pintar de nuevo la pared, pero no llevarlo preso”, sentenció.