Los últimos datos del INDEC son aterradores y revelaron que siete de cada diez asalariados no logra reunir un ingreso mínimo que le asegure no caer en la pobreza. Además, el 50% de los hogares se encuentran debajo de la línea de pobreza.
Según reveló el instituto oficial, el 70% de los empleados ganaba hasta $ 14.724 al cierre del segundo trimestre, mientras que el ingreso mínimo para superar la pobreza para una familia era de $ 14.811. Si en cambio se toma el ingreso total de un hogar, la mitad de ellos queda en situación de pobreza al tener ingresos por debajo de los 15 mil pesos.
Siempre de acuerdo al trabajo oficial, durante el segundo trimestre del año el decil más alto de la población ganó 20 veces más que el decil más bajo, empeorando la brecha entre pobre y ricos ya que un año atrás esa relación era de 19 veces. La situación se observa más desigual cuando se comparan los períodos en que los asalariados no cobran aguinaldos (primero y tercero de cada año) ya que la relación entre los ingresos del decil más alto y el más bajo trepa a 22 veces.
El informe también refleja la dependencia de los deciles más bajos de los planes sociales y/o jubilaciones o pensiones, ya que en el primero de ellos, sólo 3 pesos de cada 10 que ingresa en un hogar obtiene proviene de un trabajo. Esa relación se reduce en cada segmento y en el tope de la pirámide $ 8 de cada $ 10 que se obtienen provienen de una relación laboral.
Cuando se evalúa la totalidad de los ingresos de los hogares, el 75% proviene de trabajos y el 25% de algún tipo de asistencia social.