El gobierno nacional habla de bajar los impuestos “distorsivos” que afectan la producción y le apunta a Ingresos Brutos, un tributo que cobran las provincias y que grava la actividad económica. Lo viene planteando desde hace unos meses y en la administración de María Eugenia Vidal está analizando la reducción de alícuotas para algunas actividades para el año que viene, en la ley fiscal 2018, pero quiere que también lo hagan los municipios.
Esa intención quedó en claro en palabras del ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, que disertó en el ciclo de charlas “Economías regionales hacia el 2018”, donde abundó sobre la cuestión de las tasas municipales. “El año próximo empezaremos a bajar la presión impositiva, sobre todo en Ingresos Brutos y Sellos, que son los impuestos más perversos porque distorsionan la actividad”, arrancó el funcionario. Y completó: “Tenemos en agenda para el año que viene trabajar en un pacto fiscal con los municipios. Queremos corregir la heterogeneidad con un acuerdo que nos permita homogeneizar y bajar las tasas”.
“A veces cruzando la calle sobre todo en el Gran Buenos Aires las tasas municipales son el doble o la mitad que en la vereda de enfrente, un absurdo. Esta heterogeneidad la queremos corregir en un pacto fiscal”, dijo.
La Provincia comenzó a trabajar en los lineamientos del proyecto de ley Impositiva que enviará el mes próximo junto con el Presupuesto a la Legislatura. E incluirá algunos retoques en Ingresos Brutos para determinadas actividades para ponerse en línea con lo que viene exigiendo el gobierno nacional.
El ministro sostuvo, por otra parte, que “es público el reclamo que estamos haciendo por el Fondo del Conurbano. En promedio, las provincias reciben 4 mil pesos por habitante mientras que Buenos Aires recibe sólo 40 pesos por habitante”, y concluyó que “queremos dejar una provincia mejor que la que encontramos”.