Con la excusa del terrorismo, vuelve el control social de la mano de las Fuerzas Armadas

La eventualidad de ataques terroristas, es la excusa perfecta a la que recurrirá el Gobierno para que las Fuerzas Armadas vuelvan a participar en acciones dentro del país, a pesar de que está expresamente prohibido. Dicho en otras palabras, será un cheque en blanco para el retorno del control social por parte de los militares.

Sin embargo, al ministro de Defensa, Oscar Aguad poco le interesa ese detalle, y con tal de conquistar las simpatías de Estados Unidos, dejará de lado cuestiones legales, y avanzará con un plan que, con la fachada de una reestructuración de las FF.AA., va a plantear la necesidad del retorno de los uniformados a las calles.

Uno de los principales objetivos es modificar el decreto promulgado en 2006 por el entonces presidente Néstor Kirchner, que limitó el empleo de las Fuerzas Armadas únicamente ante “agresiones de origen externo perpetradas por otros Estados”. Para justificar el cambio, se argumenta que esa reglamentación excedió lo dispuesto en la ley de Defensa Nacional, de 1988, que reservaba el instrumento militar a los ataques externos, no sólo de una fuerza estatal.

Quienes están cerca de Aguad -apodado “el Milico” por sus estrechos vínculos con jerarcas de la última dictadura en su provincia, Córdoba-, aseguran que la proximidad de la reunión del G-20 en Buenos Aires, que convocará a los principales jefes de Estado de todo el mundo en noviembre de 2018, aceleraría la decisión.

En las propias Fuerzas Armadas existe preocupación por la capacidad militar para garantizar el control del espacio aéreo y la seguridad de los presidentes y delegaciones extranjeras durante esa cumbre. Es más, frente a las exigencias que demanda ese encuentro, el Gobierno evalúa la compra de lanzadores de misiles de corto alcance. También hubo gestiones con Francia para incorporar cazabombarderos Súper Étendard, además de la provisión de materiales.

En concreto, la idea del ministro es abrir las puertas para el retorno de los militares, que de esa manera podrán intervenir en operaciones de lucha contra el terrorismo, una iniciativa que será más que bien recibida por el gobierno de Estados Unidos, en momentos en que se analiza la realización de ejercicios militares conjuntos entre los dos países, y hasta hubo visitas recientes de personal militar a Washington por esa razón.