Por Alfredo Silletta. En las próximas horas deberá resolverse si hay unidad o internas en el PJ bonaerense. Hasta hoy los intendentes de la primera y la tercera sección encabezados por Gustavo Menéndez y Martín Insaurralde, reunieron a la mayoría de los jefes comunales y están ganando la batalla a Fernando Espinoza, hombre de La Matanza.
En política se juega fuerte, a veces se gana y a veces se pierde, pero lo importante es ser generoso en los triunfos y no ser triunfalistas. En la lista de Menendez-Insaurralde algunos dirigentes piden la cabeza de Espinoza, lo que implica ir por La Matanza, un bastión del peronismo, mientras que otros plantean llegar a un acuerdo y “contener” a Fernando. Por su parte, el diputado electo matancero, hasta hoy presidente del PJ, sabe que en una probable interna podría ganar con el peso de La Matanza pero sería una victoria a lo pirro, porque quedaría el PJ vacío, ya que la mayoría de los jefes comunales están en la otra vereda.
En estos momentos difíciles del país, mientras el gobierno de Macri avanza sobre las conquistas y derechos de los trabajadores y los jubilados, es bueno mirar hacia atrás para saber qué pasos seguir. No hace falta irse hasta Perón sino a doce años atrás con Néstor Kirchner.
El presidente Néstor Kirchner, en el 2005, decidió enfrentar a Eduardo Duhalde que controlaba el PJ bonaerense. Duhalde y su mujer se habían empecinado que eran los dueños de los votos del peronismo de la provincia, pero no era así. Kirchner había hecho todo lo posible para sumar al hombre de Lomas de Zamora pero no aceptó. En esas elecciones, Cristina arrasó en la provincia con el 46% de los votos contra el 19% de Chiche Duhalde.
Por esas horas algunos dirigentes aliados de Néstor Kirchner del progresismo, el felipismo y los defensores de la transversalidad le preguntaron al presidente cuando fundaba un nuevo partido de centroizquierda. Hasta un ministro le preguntó cuando renunciaba al PJ: “Estás loco vos. Yo soy el peronismo. Ganamos la interna, sacamos el 40 por ciento y los que me enfrentaban llegaron al 9 en todo el país. Se acabó. Además, fíjate que nuestros candidatos transversales, con todo el apoyo que les dí, hicieron una floja elección (en Capital, Santa Fe, en Córdoba) y en cambio los intendentes cumplieron en Buenos Aires”. Y agregó: “La idea es simple: el peronismo es la columna vertebral de este proyecto y sumaremos a otros sectores que nos quieran acompañar en este proceso de cambio que vengan desde la izquierda o del radicalismo”
Los sectores “progresistas” o transversales no comprendieron la importancia del triunfo del ex presidente en la provincia de Buenos Aires y el rol que cumplía el peronismo en el proyecto nacional y popular. El escritor Juan Pablo Feinmann había criticado livianamente las políticas del presidente en un reportaje publicado en la revista Veintitres y Néstor decidió enviarle una carta. La misma fue reproducida -valientemente hay que decirlo- en el libro El Flaco.
Kirchner le decía lo siguiente: “En tus opiniones menosprecias la victoria del pueblo de la provincia de Buenos Aires sobre el aparato duhaldista y confundís el voto popular con movimientos de aparatos. Cuando te quejás de la CGT no podés reconocer que, nos guste o no, son ellos los que hoy representan a los trabajadores. También caes en el reduccionismo político de equiparar a la CGT con Barrionuevo. Sería como equiparar a los empresarios con Martínez de Hoz”. Y agrega hacia el final: “Por eso creo que vos y yo no pensamos tan diferente, sino que tenés miedo. Miedo de que te confundan, porque crees que la individualidad te va a preservar. Pero no te olvides que pertenecemos a una generación que siempre creyó en las construcciones colectivas. La individualidad te pondrá en el firmamento, pero sólo la construcción colectiva nos reivindicará frente a la historia. Al fin y al cabo todos somos pasantes de la historia”.
En estos momentos tan difíciles que vive en país, será importante que los que ganan la interna sean generosos con aquellos que perdieron, como hizo Néstor Kirchner en 2005, al sumar a todos los intendentes duhaldistas al proyecto del Frente para la Victoria. Hoy, las diferencias son muchos menores que las de hace 12 años, por lo cual está en manos de los ganadores la unidad del peronismo de la provincia de Buenos Aires.