Hasta la tragedia del submarino ARA San Juan, el presidente Mauricio Macri avanzada en forma brutal en su necesidad de controlar en su totalidad a la Justicia, sacando a aquellos jueces que lo incomodaban y apretando con carpetazos a los dirigentes sindicales que se opusieran a la reforma laboral. En pocos días logró la renuncia de la procuradora Alejandra Gils Carbó, destituyo al camarista Eduardo Freiler y van en estas horas por el juez Daniel Rafecas.
En este avance desvergonzado de Cambiemos, el diario La Nación contó que el presidente participó de una reunión con Daniel Angelici y el jefe de la ex Side, Gustavo Arribas, German Garavano y el propio Mauricio Macri para ver si avanzaban en la distitucion del juez Ariel Lijo, el mismo que tiene la causa de la estafa de la familia Macri con el correo estatal. “Yo lo conozco, tengo muy buena relación. Siempre jugo bien”, afirmó Angelici donde logró frenar la citación al hermano del magistrado en el Consejo de la Magistratura, manejado a su antojo por Pablo Tonelli.
Macri decidió cómo un emperador permitir que Lijo continuara y a las pocas horas el fiscal German Moldes, otro impresentable pidió postergar la declaración del hermano del juez.
Daniel Rafecas ya avisó que no renunciará a su cargo y consideró que la citación del Consejo de la Magistratura para que haga su descargo el próximo 7 de diciembre (paso previo al jury) es “un mensaje para todo el Poder Judicial”. “Es la primera vez que el Consejo de la Magistratura convoca a un juez a dar explicaciones por un fallo”, en relación a la denuncia del fallecido fiscal.
Quien también apareció en las ultimas horas fue el removido juez Eduardo Freiler acusando al Gobierno de utilizar al Consejo de la Magistratura como “un comisariato político” para el “disciplinamiento de los jueces”. “En este Gobierno la Magistratura es un comisariato político y bajan línea”, sostuvo el exmagistrado de la Sala I de la Cámara Federal de Apelaciones en lo Criminal y Correccional.