Envalentonados porque finalmente el proyecto de la reforma laboral que impulsa el Gobierno será debatido recién el año próximo, desde la llamada “Resistencia Multisectorial” que lidera el camionero Pablo Moyano, apuntan ahora a que ocurra lo mismo con las reformas previsional y tributaria.
Por eso mismo es que desde ese sector que se ubica en la vereda de enfrente de la conducción cegetista, apuestan a que mañana a la tarde se registre una concentración masiva frente al edificio del Congreso, para hacer oir la voz de distintos sectores de la sociedad que rechazan los cambios en la legislación laboral.
Esa postura encontró eco en gobernadores, legisladores, intendentes, cooperativistas, organizaciones sociales, políticas y estudiantiles, además de empresarios Pymes y de fábricas recuperadas. Desde la “Resistencia” reconocen que para esta movida resultó fundamental contar con la bendición del Papa Francisco, y el respaldo de la nueva cúpula de la Iglesia argentina.
Por su parte, el titular de la CTA de los Argentinos, Hugo Yasky, confió en que será “una marcha multitudinaria”, y llamó a los sindicalistas de raíz peronista a “no quedar en la banquina de la historia. Esta es la última oportunidad”, por lo que instó a que “dejemos atrás la inmovilidad del movimiento trabajador ante estas políticas de ajuste”.
El hecho es que mañana el edificio del Congreso será el escenario de una particular jornada: por la mañana, los 24 senadores electos en octubre pasado jurarán sus bancas, incluida Cristina Kirchner. Y por la tarde, este espacio multisectorial debutará en la calles de la ciudad con esta marcha frente al Parlamento.
Los más optimistas esperan congregar a más de 100.000 personas. Confían ciegamente en la presencia de innumerables delegaciones del Interior, que ya están merodeando la zona. La consigna unificada será “No es reforma, es AJUSTE. ¡BASTA!”. Esa frase se leerá en la gigantografía que colgará del fondo del escenario.
Desde la “Resistencia” apuestan a que si se congelan las reformas consideradas claves por el Gobierno hasta 2018, para los gobernadores sería la oportunidad de exhibir una demostración de poder. Además, con la próxima conformación de la Cámara de Diputados pasarán a controlar unos 44 legisladores, número suficiente para negociar el quórum con el oficialismo y sentirse indispensables a la hora de aprobar las iniciativas que reclama el Poder Ejecutivo.