Por Alfredo Silletta. El gobierno de Mauricio Macri estaba convencido que el acuerdo con el triunvirato de la CGT y el senador Miguel Ángel Pichetto le permitiría en un par de semanas tener aprobada la reforma laboral y previsional, pero no fue así, en parte por el rol del Papa Francisco y dirigentes gremiales como Pablo Moyano y Sergio Palazzo que se opusieron y llamaron a una marcha para mañana miércoles y las denuncias de Cristina Kirchner.
El triunviro cegetista estaba convencido que el acuerdo con el gobierno y la foto con el Papa Francisco en el Vaticano les darían impunidad a las críticas por aprobar la vergonzosa reforma laboral. Sucedió todo lo contrario. El Papa, que está al tanto de todo lo que sucede en la Argentina, no se sacó la foto, como un gesto que estaba molesto que los dirigentes sindicales no defendieran las leyes laborales y que no dijeran nada del recorte de las jubilaciones a los abuelos. Una semana antes si se fotografió con Pablo Moyano.
El Papa, no solo no los recibió, sino que desde la Iglesia salieron a cuestionar la reforma previsional y el cercenamiento de los derechos laborales. Tanto el obispo Oscar Ojea, el nuevo presidente del Episcopado como el jesuita Jorge Lugones que preside la Pastoral Social salieron con los tapones de punta contra las reformas del gobierno. La Iglesia, o sea el Papa, están muy molestos que el sector de los jubilados pierda 100.000 millones por el cambio de la fórmula de actualización de la jubilación y las AUH.
Mientras los triunviros percibían que el Papa los dejo sin la foto, desde Buenos Aires, Pablo Moyano, afirmó que, en el apuro del Senado por aprobar las leyes, antes que asuman los nuevos senadores, entre ellos Cristina Kirchner, estaba la “Banelco”. El senador Pichetto sintió el golpe y ordenó suspender el tratamiento de las leyes hasta que asuman los nuevos legisladores.
El gobierno, en medio de la tragedia del ARA San Juan y del asesinato del joven mapuche por la Prefectura, percibe que las leyes que pensaba aprobar rápidamente no saldrán fácilmente. Frente al gobierno se armó una trinchera compuesta por el Papa Francisco junto a Cristina Kirchner y un número importante de gremios que mañana marcharan masivamente hacia el Congreso para decirle “no” a las reformas de Macri.
3 Comentarios
El papa peronchista se olvida de los desprecios propinados por la familia K en su momento, Cristina se olvida que tuvo sentado a Moyano y después de utilizarlo lo desecho, tipico peronista, y este último se olvida que su mafia sindical de tantos años no es precisamente una buena carta de presentación en ningún rincón del planeta. Ahora todos se rasgan las vestiduras y todos fueron amigos y enemigos a conveniencia según la ocasión y los beneficios que podrían obtener. Estos tres personajes deberían tener un poco mas de consideración y respeto por la sociedad y las instituciones y llamarse a silencio porque en definitiva HOY HAY UN CONGRESO, A DIFERENCIA DE LA DECADA PASADA, QUE FUNCIONA Y EN DONDE SE DEBATE, COMODEBE SER Y EN DEMOCRACIA, LOS INTERESES DEL PAIS Y NO LOS DE PERSONAJES QUE NO APORTAN NILE HACEN NINGUN BIEN AL PAIS.
si a los que votan sus leyes les ofrecen sanguchitos a otros mostrar muertos dentro del ropero y otros ataque de la brigada de jueces.por suerte quedan algunos con huevos y otras con ovarios
Gerardo; votaste a la banda de psicópatas delincuentes más grande del planeta en gobierno. Por más que escribas en mayúscula sos un vulgar asqueroso que se va a revolver en su propia imundicia cuando a estos les llegue la hora, lo cual no va a tardar mucho. No hay debate ni congreso que funcione ni cerebro en tu cráneo.