Mientras las noticias de las últimas horas giran casi exclusivamente en torno a las detenciones dispuestas por el juez Claudio Bonadio, incluido su pedido de prisión para Cristina Kirchner, en el país pasan otras cosas, como por ejemplo el inminente aumento de tarifas para el transporte de pasajeros.
Por estas horas se analiza cómo sería el nuevo cuadro tarifario para el año próximo, pero sí existe coincidencia en que la suba promediará alrededor del 21 % en los boletos y pasajes. De todas maneras, será necesario diferenciar en la práctica entre los distintos medios de transporte que reciben subsidios, para determinar el aumento efectivo.
Cuando días atrás el Gobierno nacional envió al Congreso el proyecto de presupuesto para el año próximo, quedó reflejado cuáles serán los objetivos de Cambiemos para 2018 en materia económica y financiera. Y demás está decir que el panorama no presupone precisamente mayor oxígeno para los sectores más vulnerados del país.
En ese contexto, entre otros elementos de peso, los subsidios a las empresas que prestan servicios básicos (luz, gas, agua, transporte, etc.) y la inflación proyectada, juegan un papel fundamental a la hora de pensar en el bolsillo de la gente.
En el caso de las empresas de transporte, recibirán $ 71.791 millones en 2018, lo que representa una reducción del 5 % respecto a lo presupuestado para el año actual, unos $75.586 millones.
De este modo, la suma de este recorte más la inflación prevista en un 15,6 % promedio para el año próximo, se trasladaría a los precios de colectivos de Capital Federal y Gran Buenos Aires, micros de media y larga distancia y ferrocarriles interurbanos, por lo que se estima que el tarifazo promedio será de aproximadamente el 21 %.