Envalentonado y optimista por los vientos a favor que soplan, y ayudado por el inmenso beneficio del ‘blindaje informativo’ del que goza por parte de los grandes medios, el presidente Mauricio Macri está convencido de que la posibilidad de buscar la reelección en 2019, lejos de ser un sueño utópico, bien puede convertirse en realidad. Por eso mismo, desde las usinas de Cambiemos ya empezaron a trabajar hacia ese objetivo.
Sin embargo, es sabido que ese objetivo le abrirá un frente interno de imprevisibles consecuencias, porque significaría desplazar, nada más ni nada menos, a quien hoy por hoy mantiene los más fuertes apoyos y adhesiones: la gobernadora María Eugenia Vidal.
Por eso, más allá de las sonrisas públicas, es innegable que la cuestión será generadora de roces con la mandataria bonaerense, y no hay que dejar de lado al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien también se ve como presidenciable, además de su Jefe de Gabinete, Marcos Peña, por ahora, el preferido del presidente.
Y fue el propio Macri quien ya deslizó en más de una oportunidad su ambición reeleccionista, al sostener que “necesitamos ocho años para profundizar este cambio”. O, cuando yendo más lejos en el tiempo, durante los festejos por el triunfo del oficialismo en las Paso, y rodeado por sus más fieles laderos y globos de distintos colores, dijo muy convencido que “empezamos a recorrer los mejores 20 años de la historia del país”.
Así, sin prisa pero sin pausa, el macrismo y sus socios de Cambiemos ya empezaron a pensar en 2019, un año en el que la búsqueda de la reelección de Mauricio Macri como presidente es, hoy por hoy, la hipótesis más fuerte.
A corto y mediano plazo, se apuntará a la creación de mesas de discusión y debates de estrategias y candidaturas; la exhaustiva revisión del plantel de voluntarios y fiscales, sobre todo en aquellos distritos en los que las previsiones fallaron, y el inicio de reuniones con los posibles candidatos a gobernadores de distintas provincias.
Ya hay en agenda, a partir de marzo, una serie de reuniones con concejales, intendentes y diputados provinciales. El objetivo: alinear discursos y estrategias de cara a ese año electoral que hoy todavía se ve lejos en el horizonte.
Una razón adicional para acelerar el armado de equipos y candidatos, pasa por un análisis de las posibilidades de la oposición. Desde los despachos oficiales sostienen que es difícil que el peronismo consiga tener un solo candidato en condiciones de pelear contra Macri o quien sea, lo que hará que muchos gobernadores del PJ y otros partidos adelanten sus elecciones para tener más chances.
Además, en Cambiemos están seguros que Macri tiene el camino despejado para su reelección en 2019. En primer lugar, se apoyan en el significado estratégico de lo que fue el triunfo en el principal enclave político del país y bastión histórico del peronismo, como es la provincia de Buenos Aires. Y por otra parte, por ahora no surgen amenazas serias de ruptura dentro de la coalición política, salvo algunos ocasionales cortocircuitos con Elisa Carrió.