Los estatales y los docentes bonaerenses recibirán una compensación salarial con los sueldos de enero, que se pagan en los primeros días de febrero, por la disparada de la inflación de 2017 que superó el 24% y que dejó así rezagado el aumento anual que el gobierno provincial había acordado el año pasado con sus trabajadores.
La suba llegará por la aplicación de la cláusula gatillo, una herramienta que formó parte de los acuerdos salariales del año pasado entre Vidal y los gremios. En el caso de los estatales, la suba firmada fue del 18% en cuatro cuotas trimestrales del 4,5%; en el caso de los docentes fue del 21,5%. En cada cuatrimestre, los salarios se fueron ajustando cada vez que
El gobierno nacional aguardaba un incremento del costo de vida en torno del 17%, pero ayer las estimaciones de diversas consultoras privadas estimaron que la inflación de diciembre fue del 3,1%. Y que, anualizada, terminó siendo del 24,6 por ciento. Faltan aún los números oficiales del Indec, que son los que se toman para determinar el valor final, pero todo indica que no variarán demasiado del dato del denominado “Indice Congreso” que se conoció ayer. Por eso, ahora la administración de Vidal deberá compensar a los trabajadores.
En caso de que finalmente la inflación del año pasado sea del 24,6%, los docentes deberán recibir la diferencia entre el 21,5% y ese guarismo: es decir, cobrarán en enero un 3,1 por ciento más.
En el caso de los estatales también recibirán una compensación aunque menor porque, será la cuarta vez que son compensados ya que en cada trimestre los salarios siempre quedaron por debajo del costo de vida. Si se termina confirmando oficialmente el dato del 3,1% de diciembre, la inflación acumulada entre octubre y ese mes será del 6%. De esta forma, los estatales cobrarán un 1,5% más con los sueldos de enero para “empatar” el alza de precios.