A una semana de que el Congreso debata el megadecreto de necesidad y urgencia sobre reformas en el Estado, Mauricio Macri pasó de la preocupación a la desesperación, teniendo en cuenta que por el generalizado rechazo que generó esa medida, los legisladores finalmente lo rechacen.
La cita será el 6 de febrero próximo, es decir, dos días antes de que venza el plazo legal de diez días hábiles que tiene la comisión bicameral para expedirse sobre el decreto, que el Poder Ejecutivo remitió al Parlamento el miércoles de la semana pasada.
De esta manera, el oficialismo enfrenta ahora el peor de los escenarios posibles, esto es, que el Congreso logre los votos necesarios para derogarlo. Se trata de una situación inédita, como lo sería el rechazo de un decreto de necesidad y urgencia por alguna cámara legislativa. De hecho, desde la sanción de la ley 26.122, en 2006, ningún DNU fue derogado por el Congreso.
El megadecreto tiene cerca de 400 fojas y modifica 19 leyes, seis decretos y dos decretos ley. Además, deroga 15 leyes, decretos y decretos ley, y abroga otras tres normas legales.
Los cuestionamientos del kirchnerismo, el massismo y del peronismo que responde a los gobernadores (interbloque Argentina Federal) ya tendrían asegurados, gracias al aporte de la izquierda, el Movimiento Evita y otros monobloques, los votos necesarios para derogarlo en Diputados.
Y la inquietud en Cambiemos creció en las últimas horas, con el mensaje que el peronismo no kirchnerista del Senado ya transmitió a varios referentes oficialistas. En otras palabras, el bloque que conduce Miguel Pichetto no está dispuesto a pagar el costo de quedar como el sostén de un decreto que el rionegrino ya calificó de “abusivo”.
El kirchnerismo y el massismo ya hicieron punta y se presentaron en la Justicia para impugnar el mega DNU. El FPV lo hizo acusando al presidente y a su gabinete de abuso de poder. El Frente Renovador, por su parte, pidió en los tribunales que se declare inconstitucional la medida, porque excede las facultades del Poder Ejecutivo.
Entre las disposiciones que más rechazo generaron, se encuentran la autorización para operar como entidad financiera al Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, y la posibilidad de embargar las cuentas sueldo con un saldo superior a tres salarios promedio.
Y mientras este megadecreto presidencial sigue sumando rechazos y la oposición promete encender el debate en el Congreso, un dato salió a la luz: en dos años de gestión, Mauricio Macri ya dictó más decretos de necesidad y urgencia (DNU) que Cristina Kirchner en su primera presidencia.
Así, a pesar de haber dictado 82 DNU en sus dos mandatos, la ahora senadora solo firmó 33 en su primera presidencia. Por su parte, Macri y su gabinete llevan firmados 35 decretos .