Por Alfredo Silletta. Hasta hace unas semanas cuidaban las formas, pero desde hace unos días ya no sucede. Tanto Marcos Peña como María Eugenia Vidal miran las encuestas y el presidente no logra remontar la caída de su imagen. Desde que se aprobó el recorte a los jubilados más los brutales aumentos en las tarifas de luz, agua y gas, el transporte y la remarcación diaria en los alimentos, la gente está con bronca, incluso amplios sectores que lo votaron en octubre, de allí que los cantos contra el presidente ya no sólo se dan en las canchas sino en recitales y obras de teatro.
Luego de las elecciones legislativas donde el macrismo logró un 42 por ciento de los votos -no tantos como nos quieren hacer creer los medios hegemónicos- nadie dudo que el presidente iría por la reelección, Vidal en la Provincia y Larreta en la Capital Federal. A partir de la caída de la imagen de Macri, en Cambiemos empiezan a buscar alternativas para la sucesión, no en el 2023, sino en 2019.
Hoy por hoy, Vidal se mantiene alta en las encuestas y aunque en la Gobernacion hay “silencio stampa” al grupo de la gobernadora le apetece saltar hacia la Rosada. Saben que 8 años en provincia en desgastante y temen terminar como todos los gobernadores bonaerenses quedándose sin nafta para dar el salto a la presidencial. Cuentan que Federico Salvai mira atentamente las encuestas y las difunde entre los empresarios y periodistas amigos. Algunos recuerdan que era lo que hacia Alberto Pérez en su momento como jefe de Gabinete de Daniel Scioli.
El problema de Vidal no es tanto Macri como si Marcos Peña. El jefe de Gabinete es el hombre de confianza y aspiraba a suceder a Macri en 2023, cuando ya no hubiera reelección y la gobernadora estuviera desgastada de gobernar 8 años la provincia. Peña fue el ministro más activo en el “retiro espiritual” de Chapadmalal y es quien por estos días sale y pone la cara a favor de Caputo, Chocobar, Díaz Gilligan o Arribas. Se dice por estas horas que la ida de Abad de la AFIP fue porque no respondía a su persona.
Peña ha dejado trascender que está molesto con Vidal pero no lo dice públicamente. En privado acostumbra a decir que la gobernadora no pone la cara en los momentos difíciles del presidente, que hace la suya. Que no dijo nada en el caso Chocobar, por las cuentas offshore de Caputo, de Díaz Gilligan o el caso de las coimas de Arribas. Más de una vez en privado expresó “¿Qué se cree, que es Evita? ”.
Más allá del poder de Peña dentro del esquema de Macri, no todo es color de rosa en el jefe de Gabinete. Lo atormenta la gobernadora y también el presidente. Dicen que más de una vez, el presidente se reúne con Mario Quintana y Gustavo Lopetegui y lo deja afuera de las reuniones. A veces teme caer en desgracia como sucedió con Horacio Rodriguez Larreta.
El presidente está decidido a continuar otros cuatro años. Sería un golpe fuerte a su ego no pelear la reelección. Más allá de la guerra de Peña-Vidal se barajan otras opciones en Olivos. Una es seguir los pasos de Néstor Kirchner. Cuatro años él, cuatro años María Eugenia y la vuelta de él en el 2023, mandándolo a Marcos Peña a la provincia para que se fogonee en la gestión.
Esta última opción agrada en la Gobernación pero no a Peña, que lo alejaría del poder. De allí que en la Jefatura de Gabinete dejaron trascender esa opción con modificaciones. Macri presidente Vidal vice y Peña a la Gobernación. Esta opción no le interesa a Vidal que teme el fin de su carrera sacudiendo la campanita en el Senado.
La guerra Peña-Vidal ya comenzó. Macri por ahora mantiene silencio pero sigue siendo el dueño de la pelota.
1 comentario
Heidi esta inflada x encuestas truchas, en eleccion d octubre 2017 41% PBA, 60% d la provincia la rechazo en las urnas.