El policía Luis Chocobar que mató por la espalda a un ladrón que había apuñalado a un turista estadounidense en La Boca, dijo que “no se arrepiente” y que volvería a actuar “de la misma manera”. El policía, procesado por “homicidio agravado por la utilización de un arma de fuego en exceso en el cumplimiento de un deber”, dialogó con Clarín y en un extenso reportaje dijo: “Muchas veces no puedo dormir, pero no me arrepiento de lo que hice”.
“El tema es que yo no lo maté. Cuando voy al lugar, él estaba herido pero estaba consciente. Él muere varios días después. Si yo lo hubiera matado, le doy en el pecho, en la cabeza… te saco la vida. Yo no, de la cintura para abajo. Era que deponga su actitud, que no siga siendo violento. Si pasaba alguien lo agarraba y para cubrirse él lo tomaba de rehén y después íbamos a seguir hablando sobre esto porque no sabíamos qué iba a pasar. Traté de que no siga con lo que estaba haciendo. Supuestamente llega la ambulancia tarde”, explicó el agente.
Además agregó: “Para mí fue medio difícil por el tema de que te enseñaban las leyes, y nunca tuve esa preparación en el colegio ni nada. Era algo nuevo para nosotros”, explicó el agente, y agregó que en los físico también le costaba por el hecho de tener 30 años y competir con compañeros muchos más jóvenes. “No tenía la condición física que ellos necesitaban.Entonces también fue prepararme, después del horario de cursada quedarme con compañeros a practicar a hacer trote. Pero los profesores me veían que siempre quería mejorar”.
El agente aseguró que “nunca” tuvo un enfrentamiento armado, aunque sí sacó el arma en una casa para que no se acerque nadie. “Nunca le había disparado a nadie”, sentenció.
Chocobar relató lo sucedido aquel 8 de diciembre: “Estaba yendo a hacer adicionales al Hospital Finochietto. Me encuentro con dos personas que estaban lastimando a alguien y el griterío de la gente. Se escuchaba: ‘¡Lo están matando! ¡lo están matando!’. Yo estaba hablando por teléfono, le corté a mi compañera, me acerco y visualizo a las dos personas que estaban forcejeando de un lado a otro y les pego un grito: “¡Eh!” y salen corriendo”.
“En ese momento tomo intervención y el señor se me acerca con trote suave porque cuando me levantó la mano dejó de contenerse el pecho y la sangre le llegaba hasta el pantalón. Ahí llamo a la ambulancia, al 911, informé la situación de que había una persona herida, después que estas dos personas huyeron y para dónde iban”, continuó.
“El turista ya se encontraba con otra gente que se acercó y ahí es donde dos personas toman una motocicleta y le quieren dar alcance y aparece otra persona corriendo por atrás. Voy informando todo lo que estaba pasando. Yo dentro de todo tengo buena visión. Uno se nos pierde de vista porque se va para la izquierda y el otro tenía una cuadra mucho mas larga y al llegar a la esquina se saca la campera. Después estas tres personas lo agarran, pasando la media cuadra sobre Irala y de ahí empieza el forcejeo de este masculino con ellos, que intentaban sacarle las pertenencias del turista y este masculino hacía ademanes de querer manipularlos a ellos”, prosiguió.
“Entonces cuando llego, me percato de que también corre riesgo su vida. Yo me identifico: “Alto policía” fuerte y contundente como tiene que ser y, al ver que no hace nada, saco mi pistola reglamentaria, efectúo tres disparos al cielo para que sepa que tenía que desistir de lo que estaba haciendo porque podía llegar a matar a cualquiera de los tres que lo seguían. Aparte esta persona estaba muy agresiva, ahí es donde él sale corriendo y después, en dos oportunidades, me va midiendo, llega a la esquina y se me quiere abalanzar hacia a mi. Entonces me tiro para atrás y efectúo los disparos hacia la persona pero siempre de la cintura para abajo. Después salen los medios de comunicación diciendo que le dispara, que lo remata en el piso, pero nadie dice lo que pasó antes”, completó.
“Yo asesino no soy; tampoco soy un héroe. Yo soy una persona, un policía. Aparte de ser policía soy un ciudadano que cuando vea que está ocurriendo algo y está corriendo riesgo una vida tiene que actuar. Yo en ese momento lo que podría haber hecho era darme vuelta, seguir con la musiquita (hace el gesto de ponerse los auriculares) y “chau”. Pero no está en mi eso”, sentenció.