La gobernadora María Eugenia Vidal está decidida a dividir el centro derecha en Mar del Plata con la intención de colocar su candidato a intendente, que no es precisamente el intendente Carlos Arroyo en las elecciones de 2019. Desde la Gobernación ya decidieron que Guillermo Montenegro, un dirigente que vive en San Isidro, sea el candidato de Cambiemos en la ciudad Feliz.
La decisión de Vidal implica romper con Arroyo y ningunear al dirigente de Cambiemos Maximiliano Abad y la dirigente radical Vilma Baragiola. También quedo descartado Franco Bagnato que ganó en las elecciones legislativas del año pasado y que se lo recuerda por la mediocre gestión en Radio Provincia.
Montenegro ya esta caminando la ciudad de la mano de Vidal y acaba de ser nombrado a cargo de la Fundación Pensar en Mar del Plata, la cual se presentará en los próximos días.
El problema de Vidal es que Carlos Arroyo ya aviso que va por un nuevo mandato y no se banca que le den ordenes. Mas allá que la gobernadora no este conforme con sus comentaron fascistas y de apoyo a la dictadura, en las internas del 2015 arrasó a Baragiola. “A mi nadie me va a mandar ningún Virrey, absolutamente nadie”, dice Arroyo desafiante. El jefe comunal sabe que si no le permiten competir en las PASO de Cambiemos, irá por afuera a parte de un piso de 15 puntos que son propios.
Desde la vereda de enfrente, el peronismo que el año pasado hizo una buena elección con el 26 pro ciento de los votos de Unidad Ciudadana, luego de un acuerdo entre Fernanda Raverta y Rodolfo “Manino” Iriart, el cual permitió sumar 4 concejales. A ese 26% habría que sumar otro casi 5% del Frente Justicialista y otro cinco de Acción Marplatense, lo que daría un 36% de los votos contra un 48% de Cambiemos, que si se divide corre el riesgo de perder la ciudad. Hay que destacar que en el caso de la Cristina Kirchner logró el 30% de los votos.
Raverta, actual diputada nacional, esta trabajando desde hace dos años en la ciudad de Mar del Plata y aspira a dirigir los destinos de la ciudad. Si el peronismo logra la unidad y Cambiemos se divide entre Arroyo y Montenegro, hay posibilidades concretas de un triunfo.