En medio del enfrentamiento que atraviesa el Gobierno nacional con la Corte Suprema, no dejó de llamar la atención el encuentro que en las últimas horas mantuvieron el ministro de Justicia, Germán Garavano, con el titular del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti,
Según se informó oficialmente, durante la reunión acordaron unificar las iniciativas que plantea el Gobierno a través del programa ‘Justicia 2020’, y las que planteó el magistrado durante su discurso en el inicio del año judicial.
Sin embargo, resulta al menos sugestivo el momento en que se concreta este encuentro, teniendo en cuenta el creciente malestar de la administración macrista con el Poder Judicial, por la liberación de ex funcionarios kirchneristas de la cárcel, y las polémicas designaciones de los jueces para los juicios contra Cristina Kirchner.
“Se juntaron para hablar de la reforma de la justicia y unir ‘Justicia 2020’ con la reforma de Lorenzetti”, señalaron fuentes cercanas al ministro, luego de que el Centro de Información Judicial (CIJ) publicara una fotografía del encuentro.
Hace dos semanas, Lorenzetti se había mostrado autocrítico por la actualidad del sistema judicial, al señalar que mientras la sociedad reclama “más seguridad”, los responsables de llevar adelante los cambios continúan “con las discusiones y no brindan soluciones”.
“¿No es posible que nos pongamos de acuerdo en un sistema razonable que respete las garantías constitucionales y al mismo tiempo logre resultados efectivos y que nuestra gente viva más tranquila?”, se preguntó aquella vez, al tiempo que convocó “a consensuar reglas de armonización” para “que la lucha contra la impunidad sea efectiva”.
Cerca de Garavano, admiten que el titular del máximo tribunal “quiere ignorar la reforma que lleva adelante el Ejecutivo”, mientras aseguran que Lorenzetti “está en campaña, porque quiere seguir siendo presidente de la Corte”.
Además, en la Casa Rosada sostienen que pudieron abortar una jugada a través de la cual la Corte buscaba trasladar la Oficina Anticorrupción a la órbita del tribunal, ya que allí cuestionan con dureza el rol de Laura Alonso al frente de ese organismo, y sostienen que el modelo de transparencia del Gobierno está en crisis a partir de la impericia de la OA y el silencio de Garavano.