El presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal comparten una misma obsesión: que La Matanza deje de ser peronista en 2019. No es una tarea sencilla, ya que en las últimos elecciones el peronismo, con Verónica Magario, le ganó por 20 puntos a los candidatos de Cambiemos.
Durante mucho tiempo desde la Gobernación se trabajó para dividir en cuatro el territorio matancero, pero la mayoría de los habitantes se opusó en varias encuestas de Cambiemos, y hasta el Papa Francisco pidió que no dividan el territorio.
En un reciente encuentro del presidente y la gobernadora se decidió que luego del Mundial, el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, deje el cargo para instalarse en La Matanza, y comenzar con un año y medio de anticipación su campaña electoral, que contará con millonarios recursos del gobierno nacional y provincial.
Finocchiaro, luego de dejar la Provincia para ir a Nación, llenó su ministerio de matanceros y confía que esos empleados trabajen full time para su candidatura.
El presidente ya resolvió que luego de la renuncia del actual ministro, retorne a la cartera de Educación el senador Esteban Bullrich, por lo cual su reemplazante será José Torello, un hombre de confianza de Macri para jugar fuerte contra el peronismo. Torello es abogado, hizo la secundaria en el Newman con Macri y de ahí su amistad con el presidente, y hoy es uno de los principales operadores en la Justicia.
El problema de Cambiemos no es el peronismo, sino las políticas económicas del gobierno. La Matanza perdió en estos dos años 50 mil puestos de trabajo, tanto formal como informal, con una caída del 41 % de las ventas en comercios pequeños respecto del año pasado. Según un trabajo de Débora Giorgi, en base a comparaciones de 2015 con 2017, entre los sectores más afectados está el calzado, con una caída del 56% en la producción. A su vez, el sector de textiles y confecciones se encuentra en una situación similar, con caídas en la producción de un 30% y pérdidas de más de 900 puestos de trabajos, mientras que en alimentos y bebidas hubo una caída del 15 %, que representa una pérdida de 1600 puestos de trabajo.
A esos datos, por la muy mala relación entre la gobernadora y la intendenta -a quien no recibe desde hace dos años-, no envío un solo patrullero al municipio, ni tampoco hay obras como anuncian en otros municipios. Como dice la intendenta Magario, “Vidal discrimina a los matanceros”.
Con estos datos se le hará difícil a Cambiemos poder penetrar en el territorio matancero. Quizás deberían recordar aquellas palabras de Leopoldo Marechal cuando decía que “el pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido”, y por ahora los matanceros recuerdan el maltrato y la discriminación de los dos últimos años de la gestión Cambiemos.
2 Comentarios
CAMBIEMOS TIENE QUE CAMBIAR PARA PISAR EN LA MATANZA SE ENTIENDE NO
LA MATANZA ES Y SERA PERONISTA NI QUE SE MOLESTEN.