Por Alfredo Silletta. Más claro echale agua. Finalmente Sergio Massa llegó a un acuerdo con el senador Miguel Angel Pichetto y será parte del “peronismo amigo” de Cambiemos para dividir al peronismo y que quede a más de 10 puntos que le permitan a Mauricio Macri ser reelecto en 2019.
El acuerdo entre Pichetto y Massa se produjo el pasado martes cuando se reunieron para planificar una lista junto a algunos gobernadores (estos todavía no dieron el ok) para ir por afuera del peronismo y lograr unos 5 o 7 puntos que alejarían a la oposición de llegar a un ballotage con Cambiemos.
Massa ya aviso que el massismo estará en la reunión de Gualeguaychú con el senador, más allá de la ausencia de los gobernadores. La idea de ese sector es que Juan Manuel Urtubey, que ya no puede reelegir en Salta, será el candidato amigo del PRO en las próximas elecciones y Massa el candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires para dividir el voto, como lo hizo el año pasado Florencio Randazzo, y permitirle ganar las elección a Vidal.
La jugada de Massa acorrala aun más al presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez, que había puesto todas las fichas en una gran interna con Massa y Randazzo, pensando en Urtubey como candidato a presidente. Los intendentes bonaerense en privado ya le pidieron que “ni se le ocurra” ir a Gualeguaychú.
Merece aclarar que Massa ya dejo de ser un cuco en la provincia. Del 44% de los votos cayó al 11% y hoy esta perdiendo a su intendente de Tigre, Julio Zamora, que esta decidido a negociar con el peronismo para vencer a Cambiemos en su municipio. Por otro lado, tanto Felipe Sola como Daniel Arroyo están yéndose de a poco del Frente Renovador.
El problema del tigrense ha sido y será su enorme ego de creerse más de lo que es. Quizás algún maestro zen lo ayudaría a comprender que es el camino que lo ha llevado a fracasar cada día un poco más.