El país se esta poniendo cada día más violento. El gobierno parece incentivar el ataque a quien no piensa como ellos. Intervención al principal partido de la oposición, detenciones arbitrarias de ex funcionarios y ex gobernadores, ataque brutal hace la ex presidenta Cristina Kirchner, la hija de los Mitre negando los 30 mil desaparecidos y el holocausto judío y en el día de hoy una nota del periodista estrella de Clarín, Nicolás Wiñazki, incentivando a los vecinos donde vive el juez Jorge Ballestero a expulsarlo de su hogar, como si fuera “lepra” por lo pensar como el macrismo.
En el artículo, el periodista afirma que unos 200 vecinos del Tortugas Country Club están decididos a “expulsar” a Ballestero por sus fallos, pero especialmente por permitirle al empresario Cristóbal López estar en libertad, cuando la orden del presidente Macri es “aniquilar” al grupo Indalo aunque queden en la calle 14 mil trabajadores. Claro, estos vecinos no dicen nada sobre los ministros y sus offshore o los blanqueos de plata sucia.
En el Country viven familias con mucha fortuna, algunas con apellidos centenarios. Según Clarín, los aristocráticos vecinos ya firmaron una nota para anunciarle al juez que lo quieren fuera, que ahí vive gente con “ética, moral y el espíritu”, cuando la mayoría de estos vecinos evaden impuestos y se llevan el dinero a los paraísos fiscales para no pagar impuestos en su propio país. En esta locura de violencia algún vecino ya afirmó ir hacia su casa con pancartas y a los gritos “de juez korrupto”. Solo falta que le prendan fuego la casa como hacían las hordas hitlerianas a las familias judías a principios de los años 30 en Alemania.
Los medios de comunicación en toda América Latina se han convertido en los verdugos de aquellos que no apoyan sus ideas y en especial en los hacedores de campaña contra los gobierno populares, como se vio en Brasil y en Argentina con la brutal persecución a Lula da Silva y a Cristina Kirchner.