Por Alfredo Silletta. La situación en el gobierno está explosiva. El mejor equipo de los últimos 50 años no sabe que hacer. El presidente Macri tampoco, pero le aviso a su mesa chica que se va unos días de vacaciones y que resuelvan todos los problemas, aunque antes estuvo, como corresponde, en TN para que le den una mano.
Por estas horas trascendió las razones por las cuales el presidente junto a Marcos Peña decidió echar a Emilio Monzó de su circulo intimo y de Cambiemos. El presidente de la Cámara de Diputados se reunió con el presidente y le informó que por su experiencia si no frena el tema del tarifazo, si no comienza una negociación con la oposición “esto termina mal, igual que la resolución 125” que le costo a la ex presidenta perder las elecciones de 2009. Macri no dudo y lo echo al legislador. No soporta que lo contradigan, de allí que el turco Asís lo llama “el ángel exterminador”.
El presidente tiene decidido que no habrá vuelta atrás con el tarifazo, el cual continuará hasta fines de 2019 y que “vetará” cualquier proyecto del peronismo en el Congreso, que no aceptará “recortarle” las millonarias ganancias de las empresas eléctricas encabezadas por Caputo y Mildlin. Igual ordenó a Peña y Frigerio que trabajen para convencer a algunos gobernadores para que una veintena de legisladores del “peronismo amigable” no voten en contra del gobierno y así ahorrarse el tener que vetar una ley.
Paralelamente, en las últimas horas tanto Mario Quintana como Federico Sturzenegger casi terminaron a las trompadas por la fuga de divisas al exterior que obligó al Central a vendar en cuatro días unos 3.000 millones de dólares.
Quintana culpa a Sturzenegger que manejó mal la crisis y que él no le había ordenado clavar el dólar en 20 pesos. El presidente del Central le respondió que la culpa era de él que modificó las metas de inflación en diciembre y que además lo obligó a bajar un poco la tasa de Lebac. Ambos discutieron fuerte, a los gritos y con amenazas de irse a las manos porque ambos cuentan con el apoyo del presidente. Por lo pronto, hoy el Banco Central decidió subir las Lebac al 30,5%, con lo cual el país puede olvidarse de que haya reactivación en las empresas. Todo va a la especulación de las offshore y nada en inversión genuina.
En este caos del gobierno, reapareció Jaime Duran Barba y avisó que Macri cayó mas de 10 puntos y si esto sigue así “olvidensé” de la reelección.
Hoy el ministro Dujovne salió por la radio a afirmar que “está todo bien”, que “no pasa nada” con la suba del dólar y que no “hay que ponerse nervioso”. El ministro insistió que lo importante es que baje la inflación, pero cualquier economista sabe que si sube el dólar se va a precios como alimentos y naftas, con lo cual la inflación no bajara. Ya nadie le cree, pero como la entrevista fue en radio Mitre nadie le repreguntó.
Anoche el presidente en una reportaje realizado por TN por dos “periodistas militantes” como Julio Blanck y Eduardo Van Der Kooy volvió a defender el aumento de las tarifas y reiteró una vez más que “ibamos al modelo venezolano”. Pero quizás el momento más divertido de la noche fue cuando Macri afirmó que “al que afana, lo mato”. Al instante, en la mayoría de los argentinos se les vino la idea de un pelotón de fusilamientos para la casi totalidad de sus ministros que siguen haciendo negocios con sus empresas o con su dinero en paraísos fiscales. Para Macri nadie afana ni es corrupto en su gobierno porque como alguna vez dijo Lula “cuando un pobre roba, va a la cárcel, pero cuando un rico roba, se convierte en ministro”.